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Siempre Jaén, a pesar de Jaén

Como advertía el lunes pasado, la sentencia de la pieza política de los EREs en la Audiencia de Sevilla permitiría a los rivales del PSOE solicitar dimisiones..

Publicado: 24/11/2019 ·
23:18
· Actualizado: 24/11/2019 · 23:19
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Autor

Manuel Expósito

Director general de Gestión de Medios Jiennenses

Expositor

El blog Expositor se centra en la crónica política de la semana en Jaén y provincia

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Como advertía el lunes pasado, la sentencia de la pieza política de los EREs en la Audiencia de Sevilla permitiría a los rivales del PSOE solicitar dimisiones por doquier, pero no devaluaría la cotización electoral del partido más votado en Andalucía. Chincha rabiña, Moreno Bonilla. Mientras Pedro Sánchez miraba para otro lado, con absoluto desprecio al pasado reciente del socialismo andaluz, Susana Díaz resistióse, durante 48 horas, a pedir perdón. Lo hizo antes, eso sí, en ineludible correspondencia con la gravedad de las penas impuestas, su ‘2’, Juan Cornejo, un mandao, recordando que el fallo en ningún caso acusaba a su partido de aprovechar la trama para financiarse, o para lucrarse cualesquiera de sus dirigentes.

La crisis industrial generalizada de los 90, el ocaso de Santana Motor y Cárnicas Molina, la taquicardia sempiterna de los astilleros gaditanos o el empleo que se esfumaba como el humo en el Polo Químico de Huelva, aguzó el ingenio de los gobernantes más avispados de aquella Junta del psoísmo hegemónico en aquella Andalucía Imparable, de Fernández Viagas a Rafael Escuredo, de Rodríguez de la Borbolla a Manolo Chaves y Pepe Griñán. Y sí, Jaén, a su pesar, por aquel entonces, lo resumía todo. No sólo fue Gaspar Zarrías, inventor del ‘Estilo Jaén’, el ideólogo político de tan costoso bálsamo de fierabrás, aunque la leyenda negra le atribuyera el trazado de su arquitectura -9 años de inhabilitación especial-, toda vez que otro pope jiennense de la mítica maquinaria de ganar elecciones, Paco Vallejo, -7 años y 1 día de cárcel- participó decisivamente en la consumación de las transferencias de financiación desde un departamento, IFA/IDEA, de una más, Innovación, 2005-2009, de las consejerías que ocupó en su prolongada presencia en el Gobierno regional. La laxitud en los controles se justificaba por la urgencia de una inyección económica destinada a empresas moribundas. ¿Quién se entretiene en papeleos cuando el enfermo está a punto de entregar la cuchara? Había que darle de comer, como fuese, hasta que se hartara. Los escraches santaneros, cuando todavía no existían los escraches, fueron definitivos en el aquilatamiento de la moral de aquella generación de políticos comprovincianos del PSOE que anduvieron con responsabilidades en la consejería de Empleo, cuando a Paquillo García y Antonio Fernández Siles los comités de empresas en crisis les hacían pasillos entre escupitajos.

Habilitándose la partida presupuestaria, bien dotada, mejorada cada ejercicio, abundante granero, la aparición de ratas era cuestión de tiempo. El resquicio que aprovecharon aseguradoras, suscriptoras de pólizas de prejubilaciones, Vitalia, entre otras, y conseguidores del tipo de Juan Lanzas, para transformar una iniciativa pública, aparentemente benéfica, en  foco de corruptelas. Malditas ellas y sus entretelas. Los escrúpulos éticos a la sentencia, mostrados por juristas otrora cercanos como Pérez Royo, así como la invocación chavista/griñanista de la vicepresidenta en funciones Carmen Calvo al derecho que asiste a los condenados a un recurso fundado ante el Tribunal Supremo, allanan la recurrencia del mantra de que cuanto más arriba estabas, menos te enterabas, y que Manolo y Pepe no merecen terminar así. ¿Se adivinan ya desagravios, en lontananza? La inevitable enmienda a la totalidad de una época, Susana incluida, despeja el horizonte a una renovación, avalada por Ferraz, protagonizada por barones fajados en agrupaciones provinciales modélicas/exitosas. Es decir, que podría ser la hora, desde luego, de Paco Reyes, a poco que se lo proponga. Otra vez, ¿por qué no?, el momento de Jaén. ¿Imaginan? De Zarrías a Reyes, la mancha de mora con otra verde se quita, panciverde, para más señas.

El PP de Jaén, en cambio, sin disimulo, sigue sumido en un contexto de irrelevancia infinita que permite a Génova y San Fernando infligirle a diario una suerte aberrante de despotismo ilustrado. Todo por él, pero sin él. Un reflejo al uso de la Jaén subsidiaria, que cada vez pesa menos en comparación, pero que sólo en unos días inaugurará la primera fase del ‘Jaén Plaza’. Un chute de autoestima, frente a la dichosa influencia/dependencia de Granada. La malsana envidia por un equipo de fútbol de primera división, cuando al R.J. le cuesta la misma vida eludir un entierro de tercera; el magnetismo cateto del dichoso Nevada, a costa de la progresiva decadencia de nuestro inmemorial comercio…  La Jaén orgullosa de las dos estrellas Michelín que, a partir de este Black Friday/CiberMonday, ‘Jaén Plaza’ mediante, se aferra al sueño al que nunca debió de renunciar. Y menos todavía por unos EREs de mierda, con perdón, que, a la postre, no sirvieron ni para salvarnos de la quema.

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