La Junta de Andalucía ha invertido un total de 540.000 euros en la mejora de la seguridad vial de la carretera A-343 que une los municipios malagueños de Antequera y el núcleo poblacional de Zalea en Pizarra, pasando por Álora. Estas obras han sido ejecutadas como consecuencia de las fuertes lluvias del pasado mes de diciembre.
Como consecuencia de aquel episodio tormentoso, la Consejería de Fomento y Vivienda declaró de emergencia un total de 17 actuaciones para la reparación de daños en carreteras de la red autonómica que en la provincia de Málaga con un presupuesto global de 3,3 millones de euros.
El delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, ha visitado este lunes las obras en la carretera A-343 junto al director general de Infraestructuras de la Junta, Jesús Huertas, el delegado territorial de Fomento y Vivienda, Francisco Fernández España, la alcaldesa accidental de Álora, Sonia Ramos, y el alcalde de Valle de Abdalajís (Málaga), Víctor Manuel Castillo.
Ruiz Espejo ha explicado que las actuaciones incluidas por la Consejería de Fomento y Vivienda como obras de emergencia por el temporal "se están desarrollando fundamentalmente en las zonas del Guadalhorce, Costa del Sol y Serranía de Ronda".
Por su parte, Huertas ha destacado la respuesta "ágil" que la Consejería de Fomento y Vivienda ha dado a los daños producidos por las importantes lluvias de diciembre y que provocaron importantes daños y desperfectos en la red de carreteras autonómica.
Al tiempo, ha resaltado que la actuación en la A-343 es "una de las más importantes de las que han sido acometidas en la provincia de Málaga", y ha subrayado que se ha trabajado sobre los "drenajes, taludes, obras de fábrica de contención y fundamentalmente refuerzo del firme".
ACTUACIÓN EN LA A-343
Tras las fuertes lluvias, se inspeccionó la carretera A-343 y se detectó una serie de cunetas y obras de fábrica aterradas, así como erosiones en los taludes que afectaban seriamente a la seguridad vial y a la integridad estructural de las vías, siendo necesaria su urgente limpieza y reparación.
Por otro lado, la abundancia de agua y piedras que atravesaron por encima de la carretera, provocaron un lavado de finos y un deterioro del firme, que era preciso reparar por seguridad vial.
El capítulo más importante de la obra ha sido un refuerzo de firme en los tramos dañados, entre los kilómetros 29 y 40. Se ha repintado el tramo, se han reperfilado los taludes y se han limpiado las cunetas. También se prevé la colocación de barreras de seguridad en algunos tramos que suponen un peligro para los usuarios de la carretera.