AMA Natura, Ecologistas en Acción, Plataforma No al Circuito de Las Hoces y el Ayuntamiento de Bornos se muestran una vez más recelosos con el proyecto Arcos Lagos. Sostienen que será un impacto negativo para la zona y se temen que detrás de la iniciativa de Arcos Sun Invest haya un fin especulativo y una actividad inmobiliaria encubierta. Así lo explicaron en rueda de prensa celebrada a orillas del lago de Bornos y desde donde, aseguran, se verán las instalaciones del circuito.
El alcalde de Bornos, Hugo Palomares, ha admitido que no ha recibido “por escrito” las modificaciones que plantea la empresa Arcos Sun Invest sobre su proyecto de circuito de velocidad, para insistir en su oposición a esta iniciativa ante sus posibles impactos visual y acústico, además de reclamar un cambio de ubicación y temerse un posible daño al resto de actividades turísticas que confluyen en su localidad, desde deportes de paramotor hasta establecimientos hoteleros.
“Consideramos que Bornos sufre todos los impactos negativos y Arcos obtendría todos los beneficios”. Palomares manifiesta que el circuito estaría a 900 metros de las viviendas más cercanas y a un kilómetro y medio del Ayuntamiento, por lo que considera que afectaría negativamente.
Jerez y Ronda
Pero yendo más allá, se teme que detrás del circuito haya una operación especulativa a través de la promoción inmobiliaria. En resumen, el alcalde de Bornos señala que se podría aprovechar los circuitos de Jerez o Ronda para la probatura de vehículos eléctricos sin necesidad de construir uno al lado de zonas protegidas medioambientalmente. Palomares Beltrán espera que el promotor tenga en cuenta el consejo de la Junta de cambio de emplazamiento de su circuito.
En semejantes términos, el portavoz de la Plataforma No al Circuito de Las Hoces, Antonio González, destaca la posible afección sobre el ecosistema, para apuntar a determinadas especies que se verían amenazadas, según el ecologista, que asegura que, de construirse el circuito, el paisaje se vería transformado dañando a la flora y a la fauna.
En nombre de Ecologistas en Acción, José Luis Heras, señaló que el proyecto de Arcos Sun Invest ha admitido parte de las alegaciones, de ahí que haya modificado su proyecto, con lo que quiso dar a entender las posibles deficiencias del circuito en el cumplimiento de las normas. En términos más concretos, asegura que el proyecto lleva implícito un helipuerto aunque originalmente pudo contemplar hasta dos.
El origen del proyecto
Asimismo, dudó del origen del proyecto porque no se le reconoce a los promotores vinculación alguna con el mundo del motor, aunque este medio ha sabido que son propietarios de algunos vehículos de competición y que, curiosamente, uno de los empresarios sufre una discapacidad motivada precisamente por un accidente en coche de carreras. “Tenemos la sospecha de que esto es una pantalla para una operación inmobiliaria encubierta; esto queda claro con la construcción de hoteles, una cafetería…”, señala Heras, que asegura no tener sentido construir un nuevo circuito cuando existen dos en la zona, aunque “en decadencia”.
El ecologista cree que está fuera de lugar la propuesta de la empresa de recuperar la central eléctrica de la presa del embalse de Bornos porque ello supondría otra tramitación ajena a la del circuito.
Temen que detrás del circuito se esconda una operación inmobiliaria
El vicepresidente de AMA Natura, Ángel Roldán, se refirió a “los amigos del hormigón y de la especulación, con la connivencia y comunión de muchas administraciones públicas”, para criticar el papel desempeñado tanto por el Ayuntamiento de Arcos como por la Junta de Andalucía a la hora de declarar el circuito como de interés social, lo cual se llevó a cabo “en agosto pasado, con nocturnidad y alevosía”. Si el proyecto cumple o no con la Ley es una cuestión de “los jueces”, señala Ángel Roldán, que sospecha que la intención de los promotores es la de promover otro bien distinto al de un circuito de velocidad. Además, se cuestionó por qué la empresa no ha presentado en sociedad el proyecto ni tampoco establecido un debate sobre el mismo. También duda de la relación entre la superficie adquirida por la empresa en la finca Las Hoces y la que realmente necesita el circuito. Igualmente, cree que el centro de interpretación previsto en las antiguas casas de los guardas y trabajadores del embalse de Bornos es “una excusa para montar un control” de acceso al circuito en un camino “de dominio público” que podría ser declarado como privado si se admite el carácter de interés social sobre el proyecto. Y cree que existe “algo de chantaje” a la hora de justificarse con los puestos de trabajo y creación de riqueza en la zona. Roldán también duda de la legalidad de la recogida de firmas en favor del circuito, entre otros motivos porque el documento no señala quién las recoge ni especifica en qué consiste el proyecto. Por último, Ángel Roldán ha declarado que su objetivo no es solo criticar, sino aportar otros proyectos y alternativas para el desarrollo de la zona, recordando el importante volumen de empleo de calidad que genera la Vía Verde de la Sierra, y reclamar la puesta en marcha de otros proyectos que pueden crear empleo como el camping Lago de Arcos. “Estos proyectos, como no dejan comisiones, a lo mejor no interesan”, concluye de forma crítica el ecologista, que cree que, en el caso del circuito, “se está luchando contra un Goliat”, para terminar con una frase “políticamente incorrecta”: “Con la llegada de la democracia, el caciquismo no se extinguió y se está haciendo fuerte”.