Arcos ha despedido a una de sus políticas más relevantes de las últimas décadas. Quien fuera en 2003 delegada municipal de Urbanismo de la mano de Izquierda Unida, la coalición en la que militó hasta última hora, falleció el pasado viernes tras una dura enfermedad que no pudo superar. Arantxa Azcúnaga Temprano, madrileña afincada en Arcos adonde llegó para trabajar en los juzgados en los años ochenta, fue despedida sencillamente por sus allegados, amigos y compañeros con los que compartió su compromiso social a lo largo de casi cuatro décadas, mientras que el Ayuntamiento transmitía sus condolencias por tan triste pérdida a través de su alcalde, Isidoro Gambín, También compañero en los juzgados de la localidad. También desde el PP, su presidente, Domingo González, expresaba sus condolencias en redes sociales.
Del mismo modo, sus compañeros de IU le han brindado estos días palabras cariñosas en redes sociales, recordándola sobre todo como una mujer luchadora y comprometida.
Persona trabajadora, de carácter serio y inamovible en su ideología política, se le recordará por situar en el Pleno a IU junto al compañero Pedro Sevilla, tras un pacto de gobierno con el PSOE que sufriría diferentes y traumáticas vicisitudes hasta 2007. Al principio de ese mandato fue delegada de Urbanismo, en una época marcada por la lucha contra la central térmica de ciclo combinado de Iberdrola por considerarla una industria nociva para la población, y por el nuevo marco jurídico que nunca llegó a cumplirse para la regularización de parcelas y viviendas ilegales en Arcos.
En los últimos años fue consejera directa del joven coordinador local de IU, Miguel Ángel Ortega, no abandonando nunca la denuncia social a través de habituales comparecencias en la prensa, y su trabajo, callado y meticuloso, en su búsqueda de la justicia social, lo cual le acarreó ser un personaje controvertido de su época. Recientemente, su nombre saltó a la palestra, aun estando ya prácticamente retirada de la vida pública, con motivo de la publicación de los informes del excomisario Villarejo que apuntaban a Azcúnaga como una de las personas presuntamente espiadas por la compañía Iberdrola por su oposición a su central térmica en el municipio. Su postura respecto a esta industria y otras posibles actuaciones le condujeron a su destitución como responsable municipal de Urbanismo, lo cual abrió una importante brecha entre IU y PSOE. Ya en las últimas elecciones municipales, formó parte de la candidatura de Adelante Arcos cuyo alcaldable fue José Luis Hueso, en un proyecto que unió también en la ciudad a IU y Podemos.
Entre sus aficiones más conocidas, la cultura figuraba en un lugar preeminente: el cine, la música, el teatro y la lectura, pero también, como defensora del medio ambiente, gustaba de hacer rutas por la Sierra y disfrutar de sus paisajes. Descanse en paz.