Los delitos urbanísticos han estado y lamentablemente siguen estando a la orden del día en el término municipal de Arcos de la Frontera, en ocasiones con tremendos impactos sobre el territorio y el medio ambiente. La parcelación ilegal y la construcción al margen de la Ley, han dado pie tradicionalmente al asentamiento de viviendas que, tarde o temprano, reclaman servicios públicos como el suministro de agua o electricidad. Numerosos delitos urbanísticos han quedado impunes desde las administraciones públicas, a veces, torticeramente, por continuos cambios en la legislación vigente. Ahora la Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento ha iniciado una campaña informativa para alertar sobre la prohibición de construir en parcelas ilegales.
La campaña viene a advertir de la prohibición y de las sanciones que conlleva la construcción en parcelaciones situadas en suelo no urbanizable. Se instalarán carteles informativos en las inmediaciones de asentamientos ilegales para prevenir infracciones clasificadas como “muy graves”; es decir, nada que la población no conozca. El primero de estos carteles se ha instalado en terrenos cercanos al centro ocupacional Juan Candil. Con ello no sólo se advierte a los propietarios, sino, además, a potenciales compradores, de las consecuencias de hacer una inversión en la finca en cuestión, que, tal y como se puede leer en el propio cartel, conlleva multas que van desde los 6.000 a los 120.000 euros, según la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía.
Sin embargo, este medio ha sabido que existen propietarios que incluso están dispuestos a asumir las sanciones porque podrían estar incluso por debajo del ahorro potencial en proyectos y permisos. El objetivo de esta campaña es cortar de cuajo esta práctica aplicando la normativa vigente; de hecho, algunas de estas parcelaciones están en proceso judicial y su situación podría derivar en la correspondiente demolición y restitución del orden urbanístico anterior a la actuación, situación que raramente se produce.
Este asunto ha originado un escenario caótico con el beneplácito, o con el silencio, por las administraciones de las últimas décadas, cuyas actuaciones no han evitado que hoy por hoy Arcos sea un mal ejemplo de parcelaciones y edificaciones ilegales que han deteriorado de forma importante el territorio.