Una veintena de personas, usuarios de la
Asociación Si Quieres Puedes, vive desde septiembre toda una experienciacreativa con el taller de creación de personajes para la escena, conducido por el autor teatral, clown e intérprete
Ignacio Andreu, y puesto en marcha desde el programa de actividades solidarias
SGAE Actúa del
Área Social y Asistencial de la
SGAE en Andalucía.
En principio, se trataba de elaborar textos para la recreación e interpretación general de distintos roles teatrales, pero Andreu ha sabido reinventar sus herramientas interpretativas y adecuarlas a los personajes de la obra 'El sueño de una noche de verano', de William Shakespeare, a propuesta de los miembros de este colectivo. La iniciativa, con citas cada lunes, está a punto de culminar el día 24, pero el autor sevillano afincado en la provincia de Cádiz deja claro que la vida le ha vuelto a traer una nueva experiencia, a modo de giro de guion, que ha de afrontar “con alegría y humildad”.
Así opina sobre este encuentro teatral en A.si.qui.pu. Tras casi 30 años de profesión, que le “sirvieron para encontrar el sentido de la vida”, ha indagado en las entrañas de todos los personajes que ha escrito e interpretado. “Me han educado en entender al prójimo, sus virtudes y defectos, y a la misma vez a perdonarlos míos”, nos apunta mientras perfila la última de sus sesiones, y considera todo el trabajo realizado. Agradecido a la SGAE por esta oportunidad, el creador andaluz ha tenido la suerte de dar con los integrantes de esta asociación sin ánimo de lucro cuyos fines pasan por mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad intelectual, defender sus derechos y promover su plena inclusión escolar, social y laboral, así como una vida independiente.
El servicio de teatro de Si quieres puedes fomenta la expresividad bajo todas sus formas: oral, gestual y motora. Potencia la creatividad a través de la palabra, la danza y la música, donde el juego forma parte esencial. Y, al ser una actividad grupal, asegura el aumento de la asertividad, seguridad y la autoestima, por el esfuerzo que supone la aceptación del público en las puestas en escena.
“Treinta años dan para mucho, abren la puerta del conocimiento y cierran la de la sorpresa”, señala el autor, pero en esta ocasión ha disfrutado del proyecto y agradece encontrarse con los chicos y chicas de la asociación en su camino, compartiendo su mundo “de espontaneidad y humor, de alegría y amor”. En el desarrollo de este proyecto solidario, Andreu no duda en destacar, además, lo enriquecedor del aprendizaje con “unos corazones auténticos con el único afán de vivir”, faceta que invita a descubrir al resto del mundo para que “recobre el sentido”. Deja entrever que, antes de que llegue el verano, le contarán al público el sueño vivido junto a ellos en la “próxima estación, A.si.qui.pu”.