El número 67.893 fue vendido íntegramente en la administración 6 de la ciudad del Torcal
El tercer premio de ‘El Niño’, el número 67.893, dotado con 1.400 euros al décimo y 14.000 euros al billete, fue vendido íntegramente en la administración 6 de Antequera. “El teléfono no he dejado de sonar en toda la mañana. Se ha vendido todo en ventanilla por lo que la suerte ha estado muy repartida”, explicó emocionada la dueña de la lotería, Ana María Calderón.
Pero esta administración de la localidad está ya acostumbrada a que la suerte llame a su puerta. Y es que desde que abrieron hace 15 años están suscritos al 67.893 en los distintos sorteos y no es la primera vez que resulta premiado. “En agosto de 2001 este mismo número fue el primer premio de la Lotería Nacional y repartimos 160 millones de pesetas, y en 2005 también dimos un pellizco de un segundo premio”, detalló Ana María.
Alegrías
A medida que avanzaba la mañana eran muchos los que se iban acercando a la Avenida de la Legión, calle en la que está situada la administración de lotería, para asegurarse de que este año los Reyes Magos habían dejado una sorpresa inesperada en forma de décimo. A otros, a pesar de todo, les tocaba continuar con la jornada laboral. Es el caso de Pepe, uno de los camareros del bar Pizarro, situado a menos de 200 metros de la administración de lotería, que conocía por la tele, mientras atendía la barra, que era uno de los agraciados con 1.400 euros.
Pero la administración no era el único lugar de celebración en este día de premios. Luis Calderón, dueño de un céntrico bar de la localidad conocido como el Bar de Luis y hermano de la dueña de la lotería también ha repartido 140.000 euros entre sus clientes. “Estaba viendo el sorteo de ‘El Niño’ y salió el número, no me lo podía creer. En todo el día no ha parado de sonar el teléfono. He vendido 100 décimos de este número, todos muy repartidos, y entre gente muy humilde. Además, he tenido la suerte de que me he quedado con uno”, especificó Luis.
‘El Niño’ dio esta vez la espalda a provincias donde, tradicionalmente, ha caído a lo largo de sus sesenta y ocho años de historia: Madrid, Valencia o Bilbao, aunque no a Barcelona. Y calló, con su primer premio en Tarrasa (Barcelona), y con su segundo en el pueblo de tan solo 18.000 habitantes, Llodio (Álava).