El Cádiz sufrió el sábado su quinta derrota de la temporada. En esta ocasión fue ante el Barça, lo cual era esperado, pero las derrotas se van acumulando y los amarillos necesitan salir cuanto antes de esa mala dinámica si quieren seguir peleando por mantener la categoría. En medio del caos, una esperanza, el regreso de Rubén Alcaraz.
El sábado el centrocampista jugó sus primeros minutos de la temporada tras superar su lesión. Pese a que el técnico Sergio González afirmó en la previa al duelo que el jugador no contaría con minutos aún y que solo iba convocado con el objetivo de hacer piña, la realidad fue que en el minuto 72 le dio entrada.
Quizás no sea el mejor partido para analizar su regreso. Saltó al campo con el 0-2 ya en el marcador y, por si fuera poco, a los diez minutos fue cuando se detuvo el encuentro debido al infarto que sufrió un aficionado cadista en Fondo Sur.
Sin embargo, Alcaraz demostró cuál es la razón por la que el cadismo pone sus esperanzas en él. Jugó poco tiempo, sin realizar pretemporada, sin estar en plena forma y con unas condiciones adversas a su alrededor y, con todo eso, su entrada se notó en el equipo.
Y es que el centrocampista tiene la calidad suficiente para hacer mejor a sus compañeros. Desde que pisó el verde el Cádiz estuvo más ordenado y, además, Alcaraz intentó aportar su granito de arena a crear juego de ataque.
Ya solo queda que recupere su estado de forma óptimo, pero seguro que tendrá minutos la próxima jornada.
