Romper los estereotipos es el objetivo de la guía que ha editado Proyecto Hombre.
Romper los estereotipos es el objetivo de la guía que ha editado Proyecto Hombre y en la que esta asociación recuerda que ni el hachís es progre ni la cocaína favorece el ascenso social ni la adicción a la droga es un problema que sólo afecta a delincuentes y marginados sociales.
Cómo mejorar la información sobre drogas y otras adicciones es el título de la guía que presentó este martes la ONG Proyecto Hombre y que pretende ser un instrumento para periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, “por el papel fundamental que juegan tanto en la transmisión de estereotipos como en la lucha contra ellos”, según dijo ayer el director de Proyecto Hombre, Oriol Esculies.
“El mundo de la droga está repleto de estereotipos y falsas creencias”, según Esculies, que recordó que muchos jóvenes empiezan a fumar hachís “porque existe la creencia de que es una droga natural que no tiene efectos adversos, cuando está comprobado que provoca adicción y muchas alteraciones en la salud”.
Otros estereotipos que dificultan el trabajo de los terapeutas son los que aseguran que la adicción afecta
exclusivamente a los marginados sociales o que la drogodependencia sólo tiene solución si eres millonario.
“Hay personas que tardan mucho en reconocer su adicción porque su perfil no coincide con el estereotipo del marginado social, mientras otros drogodependientes no piden ayuda porque creen que lo suyo no tiene solución”, añadió el director de Proyecto Hombre.
“Tampoco ayudan las noticias sobre famosos que dicen haber solucionado su adicción en quince días. Esas informaciones no sólo son mentira, sino que además propaga la idea que hay que tener mucho dinero para curarse”.
La guía también alerta sobre “las técnicas de marketing” que utilizan los vendedores de drogas y recuerda que “la droga es un negocio, y como todo negocio utiliza métodos para ganar mercados”.
La guía recomienda el término “droga de síntesis”.