Cuando la profesión de Graduado Social cumple este año su centenario, Viva Cádiz quiere conocer de la mano del presidente del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz y Ceuta, José Blas Fernández, cuál es el estado actual de lamisma. Con todo, cabe decir que una vez más volvemos a encontrarnos con los mismos inconvenientes que su portavoz viene enumerando desde hace ya más de un lustro. Y es que al margen de las consecuencias derivadas de la pandemia, el intrusismo, la baja colegiación, las trabas impuestas por las administraciones públicas, la lentitud a la hora de señalar los juicios y la escasa especialización de los jueces en la materia siguen constituyendo las mayores amenazas al desarrollo de una actividad profesional tan necesaria que, como acostumbra a sentenciar nuestro interlocutor, “de no existir, hubiera habido que inventarla”.

Comencemos, sin embargo, con la efeméride para conocer el punto de partida de este largo recorrido del que este año se cumple un siglo. José Blas Fernández nos ilustra al decir que se toma como referencia la fecha del 17 de agosto de 1925, fecha de la Real Orden por las que se crean las denominadas Escuelas Sociales, que, a la postre, fueron el germen de la profesión que desembocaría en los actuales Graduados Sociales. De este largo recorrido, el presidente colegial nos destaca dos momentos claves en la evolución. “Por una parte, la creación, en tiempos de Mariano Rajoy como Ministro de Educación, de la Facultad de Ciencias del Trabajo y posteriormente, con el Tratado de Bolonia, su mayor reconocimiento académico con la implantación del Grado universitario. Momento este en el que fuimos reconocidos como profesionales del sector jurídico, igualándonos así a abogados y procuradores”.

Como puede comprobarse, el balance secular es muy positivo, aunque precisamente este mismo reconocimiento académico como Graduados en Relaciones Laborales y Recursos Humanos ha conllevado en los últimos tiempos que la “vocación se ha tornado en oposición”, en la medida en que la titulación ha validado la opción de optar a un empleo público, reduciéndose de esta forma la apertura de despachos profesionales.

LENTITUD JUDICIAL

De todos modos, no todo son inconvenientes. Y es que respecto a la tardanza en el señalamiento de los juicios a cuatro años vista, una de las grandes puntas de lanza del colectivo en sus reivindicaciones ante la Administración, recientemente se ha llegado a un acuerdo pionero a nivel nacional con la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía para convertir a los Graduados Sociales en mediadores intrajudiciales en el ámbito jurídico-laboral como fórmula para acortar las listas de esperas de los Juzgados.

La fórmula, “que no hay que confundir con la denominada conciliación, consiste en un procedimiento judicial entre empresas y trabajadores a través del cual, si en el plazo de quince días hábiles se llega a un acuerdo se evita el pleito y el juez, previa revisión jurídica del acuerdo, lo ratifica como una sentencia”. El método, ya implantado en la jurisdicción civil, penal y de familia, está especialmente indicado para casos de despidos, sanciones, movilidad geográfica o reducciones de jornada, vacaciones, reclamaciones de cantidad, de los cuales, en algunos  no cabe recurso alguno. Un ejemplo más que viene a corroborar el axioma colegial de que “como profesionales defendemos la idea de que una Justicia lenta no es Justicia”, en palabras de su presidente.

INTRUSISMO PROFESIONAL

En otro sentido, una vez más surge en la conversación el problema tan extendido en otros muchos ámbitos como el intrusismo profesional. Por este lado, la Junta de Gobierno del Colegio de Graduados Sociales acaba de emitir un comunicado que trata de aclarar el habitual engaño de denominarse asesor laboral o asesor fiscal sin poseer necesariamente un título académico. El Colegio insiste en la necesidad de que estas denominaciones vayan precedidas de la titulación universitaria y su colegiación como es el caso de los Graduados Sociales.

CELEBRACIONES

Como no podía ser de otra forma, para conmemorar la efeméride, el Colegio Oficial de Graduados Sociales tiene previsto celebrar una serie de actos que pongan valor el secular aniversario. Así, el próximo día 5 de mayo tendrá lugar en la Audiencia Provincial un acto en el que se reconocerán como colegiados eméritos a aquellos que han entregado su vida a la profesión. Asimismo, el 12 de mayo tendrá lugar una Jornada de Justicia Social a la  que acudirán Magistrados del Tribunal Supremo, entre otros,  para abordar reformas judiciales que están por venir y que son de gran interés para el colectivo.