No hubo que esperar mucho para poder reconocer con un emotivo homenaje la memoria de María la Yerbabuena con el tango de Nandi Migueles. Qué mejor forma de ahuyentar malas sensaciones que oír y gustarse con un coro que apunta alto por su calidad y por su oportunidad de reconocer su legado.
El silencio de los que se aprovecharon de los favores -según ellos- mientras gobernó Teófila Martínez.
Un tango que aleja como pocos los malos rollos y que apunta a lo máximo con una actuación que vuelve a deleitar al público que entra en calor.