Tras las críticas realizadas por el portavoz del colectivo de vendedores que acude cada domingo al Baratillo de la ciudad, donde denunciaba el “olvido” del Ayuntamiento gaditano, el equipo de Gobierno, a través de la concejala de Comercio, Laura Jiménez, ha asegurado que se han mantenido reuniones con los representantes del Mercadillo “hasta en cuatro ocasiones”.
Asimismo, indican que “cada domingo va una inspectora, procedente de la delegación de Comercio, para comprobar el desarrollo del Baratillo”. Esta tarea de control ha ocasionado que “haya habido una rotación en las licencias tras detectar que hay personas que no hacían uso de las mismas”, según informan fuentes municipales.
No obstante, según el portavoz del Baratillo, existe más de medio centenar de personas esperando a que se les otorgue la autorización municipal para poder vender los domingos en el entorno del Mercado Central.
Además, criticaron que se presentara una propuesta para la ubicación de los puestos y aún no se haya tenido respuesta por parte del equipo de Gobierno sobre la ampliación del citado Baratillo.
Según Andrés Hidalgo, todos los domingos cuando se instala el Mercadillo se le acercan muchas personas preguntando si hay novedades respecto a la concesión de licencias por parte del Consistorio y “son personas que se encuentran en malas condiciones económicas y que necesitan de las ventas en el Baratillo para poder subsistir”.
De ahí que Hidalgo haya insistido sobre la respuesta municipal al incremento de las autorizaciones, así como a la posibilidad de que se instalen en el entorno del edificio de Correos donde “hay espacio suficiente y no existen salidas para la evacuación, si fuera necesario”.
Desde el Ayuntamiento no han indicado cuándo volverán a tener una reunión con los representantes de la venta en el Baratillo de los domingos.