La Hermandad de Jesús Caído celebra el 75 aniversario de su fundación, lo que hacía que la salida procesional de este Martes Santo fuera especial para la cofradía. A las cinco de la tarde ponía sus tres cruces de guía en la puerta lateral de San Francisco, fiel a su cita con Cádiz, ya que es una de las hermandades que nunca se ha quedado en casa sin salir por la lluvia.
Minutos más tarde y ya cuando los capirotes negros inundaban la plaza, asomaba por el dintel el paso de misterio de Nuestro Padre Jesús Caído, que para este año estrenaba el tintado de la madera tallada. Así, tan sólo queda la parte de orfebrería para ver completado el proyecto que se estrenara en la Semana Santa de 2009, coincidiendo justo con el traslado de la cofradía a la Iglesia Conventual de San Francisco.
Tras un cuidado cortejo hacía su salida el paso de María Santísima de los Desamparados con su característica sencillez. La cofradía universitaria volvió así a estar en la calle, y quizá sea ya el momento de no referirse a ella como la joven hermandad, pues 75 años es un largo camino recorrido en la historia de la ciudad.