La Zona Franca de Cádiz cumple con el calendario anunciado para avanzar en las obras del desarrollo de la unidad de ejecución de la antigua Ibérica Aga en la que va a poner en marcha el proyecto Zona Base.
Esta mañana la empresa Construcciones y Excavaciones ErriBerri –adjudicataria de los trabajos por un importe de 47.500 euros (IVA no incluido)– ha iniciado la demolición de los antiguos talleres Pastoriza, que finalizará a principios de 2021.
Hay que señalar que la culminación de la demolición de estas instalaciones es un eslabón más en el desarrollo de la unidad de ejecución de la antigua Ibérica Aga, ya que permitirá conectar ambas parcelas y dejar libre el espacio necesario para desarrollar el proyecto de base tecnológica Zona Base Cádiz, un espacio que acogerá un centro de innovación en contenedores marítimos y que, en su primera fase, incluye la puesta en marcha de una incubadora de alta tecnología basada en la economía azul y que cuenta con la financiación de fondos concedidos por el Programa Operativo Plurirregional de España Feder 2014-2020 “Una manera de hacer Europa” a través de la Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio.
La Zona Franca tiene en la reordenación del polígono exterior de la ciudad una de sus líneas de trabajo prioritarias pese a que únicamente posee el 7,6% de su superficie. Aún así, y dado el carácter estratégico de este importante espacio para el crecimiento socioeconómico de la ciudad, Zona Franca ha apostado por impulsar su desarrollo de la mano y con la colaboración del Ayuntamiento de la ciudad, con el que se está en diálogo permanente para avanzar en los trámites urbanísticos necesarios para iniciar las obras de la actuación de Zona Base y su incubadora de economía azul, proyecto que nace para atraer industria 4.0. y generar un espacio de oportunidad para el talento gaditano en este sector y, a su vez, generar nuevas opciones en la ciudad para la llegada de empresas tecnológicas y sostenibles.
El espíritu del proyecto abarca una doble línea. Por un lado, ofrecer un espacio adaptado a sus necesidades a empresarios tecnológicos, que requieren un número reducido de metros cuadrados para su labor, pero con un entorno que posibilite un ecosistema emprendedor y favorecedor de sinergias. Y por otro, promover la eliminación de la brecha digital en Cádiz y conseguir nuevas oportunidades laborales.
Asimismo, el Consorcio pretende que esta actuación anime y revitalice la recuperación del recinto exterior espacio importante del polígono industrial. Además, en este caso se añade el hecho de que el derribo de Pastoriza afecta a la imagen de una zona de acceso a la capital gaditana –la parcela de Pastoriza está situada en la confluencia de las calles Algeciras y Alcalde Sánchez Cossío– que quedará mejorada de forma considerable.
El derribo, en cifras
La construcción de las instalaciones de Pastorizadata de principios de los años 70 del siglo XX y en la actualidad se encuentran sin actividad y en un estado de deterioro evidente.
La superficie total de la parcela es de 9.422 m² y cuenta con una superficie construida de 9.935 m², aunque los trabajos de esta primera fase de la obra afectan a una parte de la edificación, concretamente a 7.050 m².
Hay que señalar que el derribo no va a afectar al edificio de oficinas existente, en el que se incluyen vestuarios y comercio de un total de 972 m2 en planta y que lleva adosado un centro de transformación propiedad de Eléctrica de Cádiz con acceso desde la calle Sánchez Cossío.
Las naves Pastoriza albergaban una industria vinculada al sector naval, donde se desarrollaban trabajos de calderería para la fabricación de bloques y otros elementos metálicos que componen los buques. También se comercializaban todo tipo de materiales, herramientas y consumibles orientados al mismo sector industrial.