La implantación, hace algo más de dos años, de un servicio cinológico (es decir, la utilización de agentes caninos) para la detección de estupefacientes en el centro penitenciario de Botafuegos, ha coincidido con un descenso importante (del 25%) por el consumo de estas sustancias en la prisión. En base a los datos de un informe interno elaborado por el penal, y a cuyas conclusiones ha tenido acceso INFORMACIÓN, los 47 incidentes de este tipo que se habían registrado en los dos años inmediatamente anteriores a la implantación, en noviembre de 2019, del primero de estos perros detectores de droga (desde hace algunos meses, son dos los que están trabajando en estas tareas), se han quedado en 35 en los algo más de dos años de funcionamiento de la medida.
Esto, ya de por sí, demuestra la innegable eficacia de este servicio cinológico, que, además, ha logrado incrementar, como era de esperar, la detección de estupefacientes de todo tipo en el penal. Especialmente importante lo ha sido para la detección de heroína, que se ha multiplicado casi por seis (de 1,5 a 8,1 gramos de esta sustancia que está detrás de buena parte de las intoxicaciones mortales por sobredosis). Ello ha tenido, obviamente, su incidencia también en el hecho de que, en lo que va de 2022 no se ha registrado ninguna muerte por motivos no naturales en el centro penitenciario, cuando en otros años ha podido registrarse incluso una media docena de muertes por sobredosis. En lo que se refiere a la incautación de hachís, la droga que con mayor frecuencia se les encuentra a los reos en los registros, se han incautado de 2.448,9 gramos de esta sustancia desde noviembre de 2019 hasta abril de 2022, frente a los 2.320,9 gramos de los dos años anteriores.
También ha aumentado la intervención de cocaína, de 7,3 a 8,5 gramos (un 16% más), si bien no se ha intervenido ni un gramo de marihuana, lo que contrasta con los 18 gramos simbólicos que se habían detectado en los dos años anteriores. La incautación de psicotrópicos también ha aumentado considerablemente, desde los 374 comprimidos entre 2017 y 2019 hasta los 961 incautados en el periodo de funcionamiento del servicio cinológico. En suma, se han intervenido 2.465 gramos de estupefacientes en el periodo más reciente, frente a los 2.347 gramos del periodo comprendido entre noviembre de 2017 y noviembre de 2019. En lo que apenas ha tenido incidencia el uso de perros para la detección de droga en Botafuegos es en la realización de pruebas radiológicas, según señala el informe, que refleja dos placas positivas menos en el periodo más reciente que en el anterior a la utilización de perros detectores de droga, si bien se han realizado 57 pruebas frente a las 42 de la etapa anterior.