?Estamos dispuestos a variar actitudes en los proyectos?. Reconoce que tendrá que estar ?negociando y consensuando constantemente?
“Estamos decididos a gobernar en minoría el Ayuntamiento de Chiclana. Estamos dispuestos a este envite”. Este anuncio lo realizó ayer el candidato a la Alcaldía por el PP, Ernesto Marín, tras dar por zanjadas las negociaciones con el PVRE para un posible pacto que permitiera la gobernabilidad con mayoría absoluta.
“Hemos decidido gobernar en minoría y estamos dispuestos a hacer dejaciones o variar actitudes en los proyectos presentados por el PP”, admitió el más que probable nuevo alcalde a partir de mañana sábado al reconocer que el nuevo Ejecutivo “será prácticamente de coalición al tener que estar negociando y consensuando constantemente”. En este sentido, Marín aclaró que los acuerdos puntuales “no tienen por qué ser con el PVRE, pueden ser con el PSOE en cuestiones concretas”.
Marín confirmó que la ruptura de las negociaciones con el PVRE se ha debido a la exigencia de esta formación de gestionar la Delegación Municipal de Urbanismo, “y aunque hemos mantenido la mano tendida, no hemos recibido ninguna llamada por parte de ellos, por lo que el acuerdo no es posible”. El PVRE también pidió “bastantes cosas prácticamente inaceptables como Turismo y la Primera Tenencia de Alcaldía”.
El próximo alcalde de Chiclana subrayó que en las conversaciones que ha mantenido con los otros partidos que integran el nuevo Pleno municipal (PSOE, IU y PVRE) “no se ha hablado de pactos puntuales” y no se han concretado los temas a consensuar, destacando que “se puede gobernar desde la Junta de Gobierno Local, ya que al Pleno solo hay que presentar ciertas cosas”.
El alcaldable señaló que “no hemos intentado negociar con el PSOE” y calificó como “bueno” el traspaso de poderes llevado a cabo en un tono “amable y afable, no como en 2007”. Marín aseguró que en Fiestas “ya se está trabajando de forma conjunta” con el equipo saliente “y en Economía, con Intervención”.
Haciendo referencia a cuestiones concretas, Ernesto Marín se comprometió a respetar el protocolo de intenciones firmado por el anterior Gobierno local y la Plataforma de Vecinos Afectados por la Regularización, que fue apoyado por PP e IU y al que se opone el PVRE. El alcaldable indicó que en las negociaciones con el partido vecinal “les intenté hacer entender que lo pactado es bueno para ellos y para sus votantes, pero insistieron en que había que romper el protocolo”.
En cuanto al futuro del Poblado de Sancti Petri, el próximo alcalde consideró que “se puede variar nuestro proyecto”, muy alejado del de otras fuerzas políticas y que incluye la construcción de una dársena en el centro de la península, apuntando que “queremos el bien de la ciudad y no nos vamos a empeñar en nuestros proyectos. Lo intentaremos consensuar con todos los partidos presentes en el Pleno”.
La referencia constante al consenso y al acuerdo, a parte de ser lógica al no contar el PP con mayoría absoluta ni pacto que lo permita, la justifica Marín en lo que califica como “situación de emergencia” del municipio o “situación importantemente crítica”. Ese análisis se confirmará, según el candidato, “si se confirma que el Ayuntamiento mantiene una deuda de 34,5 millones de euros con proveedores, personal , asociaciones de vecinos... y si se confirma que existe una deuda bancaria de 15 millones de euros, lo que sumaría un total superior a 49 millones de euros en deuda del Ayuntamiento de Chiclana”.
En cuanto a la amenaza de una posible moción de censura, Ernesto Marín opina que “no le veo oportunidad, sería un pacto muy complicado para conseguir la mayoría absoluta necesaria para que saliese adelante, además, nosotros vamos a gobernar razonablemente bien”.