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Viernes 08/11/2024
 

Campo de Gibraltar

Un equipo adaptado a una frontera moderna

El Puesto Fronterizo Marítimo Exterior del puerto de Tarifa dispone de un efectivo de 67 agentes de la Policía Nacional que controla la frontera Schengen de la Unión Europea. Ha desarrollado en pocos años una notable modernización y un crecimiento paralelo al que ha experimentado el puerto tarifeño

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El Puesto Fronterizo Marítimo Exterior de Tarifa,  frontera Schengen de la Unión Europea (UE) desde 2003, cuenta en la actualidad con un dispositivo de 67 agentes de la Policía Nacional. Se trata de un equipo joven y preparado para una vigilancia adaptada a los requisitos que la especial condición de este control fronterizo requiere, como la colaboración internacional.

De la misma forma que el pequeño puerto tarifeño ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, el Puesto Fronterizo también lo ha hecho. Tarifa es ya el tercer puerto de la península en lo que a volumen de pasajeros se refiere. En 2012 pasaron 1.788.001 pasajeros y 189.669 vehículos por sus instalaciones. La Policía Nacional dispone de unas instalaciones reformadas y ampliadas hace apenas un año y un dispositivo que ha doblado el número de funcionarios en apenas un par de años. De hecho, empezó a funcionar en 2003 con apenas siete agentes.

La modernización de la Policía Nacional de la frontera tarifeña tiene una cabeza visible que es el Inspector que ocupa el puesto de Jefe del Puesto Fronterizo Marítimo Exterior de Tarifa, Fran García. Este asturiano, joven y que se presenta con su nombre de pila abreviado, encabeza un equipo con una media de edad también joven del que afirma: “Estoy muy satisfecho de todos los compañeros. Hemos conseguido crear un equipo en el que las relaciones personales son muy buenas y eso ha ayudado a que el funcionamiento a la hora de controlar la frontera sea también muy bueno”. En ese proceso de modernización el propio inspector ha desarrollado una política de acercamiento a los medios de comunicación para dar a conocer el trabajo en el control fronterizo.

No en vano, este puesto cerró el año 2012 con 481 detenidos, una cifra nada desdeñable para un puerto pequeño y en el que los barcos sólo realizan el enlace con el puerto de Tánger-Ciudad. La vigilancia, el control de documentos de los pasajeros y el registro ocasional de los mismos, así como de los vehículos son las principales tareas de estos agentes de la Policía Nacional.

Todo tipo de delitos
Con casi dos millones de personas pasando por el puerto a lo largo del año, los agentes deben mantener los ojos abiertos. “Aquí encuentras de todo. Los hay que se les ve de lejos que esconden algo y hay otra gente con mucha clase”, explica uno de los agentes, tarifeño, con 36 años de servicio a sus espaldas en Madrid y Algeciras y que ahora mira de cerca a la jubilación en el puerto de su propia localidad. En efecto, además de turistas y africanos que van y vuelven a casa, por este puerto cruzan en muchas ocasiones importantes empresarios y diplomáticos que exigen un especial tacto a la hora del trato.

Como es habitual en la comarca, el tráfico de drogas es una de las principales actividades delictivas a la que se enfrentan. Sólo en 2012 actuaron contra 86 delitos contra la salud pública en el puesto fronterizo y se incautaron de algo más de 335 kilos de droga, sobre todo de hachís. Ingerida, como en el caso de los culeros o muleros, o adosada al cuerpo son las dos formas más habituales.

“El caso de los culeros suele ser desagradable, porque en muchos casos hay que esperar a que defequen y el olor es insoportable”, explica el inspector. El ingenio de los que intentan pasar droga a través de la frontera no tiene límites. “El año pasado nos encontramos con algunos casos increíbles, como el de una mujer que fingía un embarazo para llevar droga adosada al cuerpo. O uno que llevaba toda la pierna vendada como una momia”, narra Fran García.

Sin embargo, es el control de documentación el que origina mayor número de detenciones (más de 200 casos en 2012 con diversa tipología). La presentación de documentos falsificados o la suplantación de personalidad ya ha provocado 18 detenciones este mismo año, hasta el 31 de mayo. “Se dan muchos casos, sobre todo entre subsaharianos, de personas que tienen un parecido físico y usan la documentación de otro para intentar pasar”, explica el jefe del puesto.
El grueso del volumen de detenidos a partir de su documentación lo ocupa uno de los aspectos más modernos del control fronterizo, que es la cooperación internacional. Sólo en 2012 se produjeron 191 detenciones de personas reclamadas judicialmente, tanto en España como en países de la Unión Europea. “Ha habido algunos casos importantes, como el de dos personas que cometieron un homicidio en Limoges (Francia)”, comenta el inspector.

En estos casos es fundamental la fluidez en las comunicaciones, algo que generalmente se da. Sin embargo, conlleva también ciertas dificultades. “La semana pasada detuvimos a un ciudadano belga con una Orden Europea de Detención y Entrega. Era un sábado, así que había menos funcionarios para cotejar los datos y tardaron más en enviar los formularios, que los envían traducidos al idioma del detenido. Nosotros disponemos sólo de tres días para entregar al detenido y esa vez llegamos por los pelos”, explica otro de los agentes del Puerto Fronterizo.

La colaboración con otras unidades centrales y especializadas y otras comisarías de todo el país es fundamental. En el caso concreto de Tarifa, el Grupo Especial de Tráfico de Vehículos de la Comisaría de Algeciras es el que más está en contacto con los agentes del Puesto Fronterizo para ayudar a la recuperación de vehículos sustraídos, que el año pasado fueron 25, nada menos.
Como en cualquier frontera, el objetivo de los que se dirigen a ella es pasarla. Pero no siempre es posible. En 2012 se produjeron 285 denegaciones de entrada. “Es una infracción administrativa que no constituye delito alguno ni conlleva sanciones. Incluso si un pasajero necesita algún documento más y dispone de él puede volver el mismo día y pasar sin problemas”, explica Fran García.

Muy diferentes son los casos de infracción de la Ley de Extranjería, que supone la entrada ilegal en la Unión Europea, así como los delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, que en este caso son los cometidos por quienes ocultan o camuflan a extranjeros para tratar de hacerles pasar la frontera.

“Estos son los casos que más pena dan y los que más conmueven. En muchos casos necesitan asistencia. Además corren muchos riesgos. Hay muchos que se ocultan en el barco y saltan cuando están cerca del puerto para intentar nadar hacia la Playa Chica”, expone el inspector, que añade que “esto nos obliga a que la vigilancia no se limite al filtro de vehículos o en el desembarco del ferry. Tenemos siempre un coche que vigila la llegada del barco, una vigilancia perimetral. Incluso muchas veces lo hace desde el dique Sagrado Corazón, el del Santo, como lo conocen aquí, porque muchas veces saltan cuando el barco pasa por ahí”.

“Es un peligro. Vienen sobre los patines del barco, muy cerca de las turbinas. Ya se ha dado algún fallecimiento por ser absorbidos por ellas. Muchas veces se esconden en los huecos del muelle cuando la marea está baja y suben después”, comenta otro de los agentes que habitualmente realiza esta vigilancia perimetral, por todo el recinto portuario e incluso fuera del mismo.
Aunque en el caso de las pateras el Puesto Fronterizo de Tarifa no tiene competencia, puesto que no se considera tráfico marítimo. Los detenidos, tras ser atendidos por la Cruz Roja en caso necesario, pasan después de manera directa a la Comisaría de Algeciras.

La tipología de los delitos mantienen un porcentaje similar al de años anteriores en lo que va de 2013. Hasta el 31 de mayo, en el Puesto Fronterizo Marítimo Exterior de Tarifa la Policía Nacional ha detenido a 229 personas. entre ellos hay 92 reclamados judicialmente, dos extraditados y ocho por delitos de falsedad documental. Se han recuperado dos vehículos robados y se han intervenido más de 40 kilos de drogas.

La Operación Paso
La Operación Paso del Estrecho (OPE), durante los meses de verano, supone sin duda el mayor volumen de tráfico de pasajeros del año y con ello, el de un trabajo más intenso para el Puesto Fronterizo. Aumentan las salidas y llegadas de ferrys, con lo que aumenta el número de controles necesarios. “Hay barcos a todas horas y pasajes de hasta mil personas”, aclara el jefe del Puesto.
La Policía Nacional incrementa los esfuerzos para el control y desde la Comisaría Central de Madrid envía refuerzos para esa época. Igualmente, la Unión Europea lo considera una operación especial y llegan agentes de otros países que forman parte de la misma.

Llama la atención que entre las nacionalidades más frecuentes de los pasajeros que pasan por el puerto de Tarifa no se encuentran países africanos. Los más numerosos proceden de Corea del Sur, Canadá, Estados Unidos, Francia y Bélgica. La mayor parte de ellos viajan con excursiones organizadas.

Formación continua
La formación continua de los agentes del puesto tarifeño es uno de los objetivos que persigue Fran García, quien también destaca la importancia de participar en cursos en el extranjero: “De aquí ha habido agentes que han participado en cursos y en operativos en Grecia, Rumanía y Eslovaquia, por ejemplo, que también tienen frontera Schengen. Van a formarse, a adquirir experiencia y a participar en operaciones. Nos han felicitado de otros países incluso por nuestra labor. Aportamos nuestra experiencia, hacemos entrevistas, controles de frontera, etc. Es importante porque te das a conocer y haces contactos”, sostiene.

Los funcionarios del puesto de Tarifa realizan cursos presenciales y online sobre todo lo relacionado con su labor. “Hace poco hicimos un curso presencial sobre tráfico ilícito de vehículos; uno de fronteras, tanto teórico como práctico; un curso online sobre documentos falsos; cursos de idiomas, sobre todo inglés y francés. Es una formación muy específica”, añade el inspector de la Policía Nacional.

Además, el propio jefe del Puesto Fronterizo Marítimo Exterior de Tarifa es el primer interesado en ponerse al día con estos cursos. “Yo también participo en ellos y además en otros asuntos, como muchas reuniones en Cádiz, porque orgánicamente este puesto pertenece a esa Comisaría, en Jerez, en Madrid, para la coordinación, a cursos sobre seguridad en puertos. Es importante que siempre estemos actualizando nuestros conocimientos”, concluye. Es una muestra más de la modernización del cuerpo para adaptarse a los nuevos retos que plantea la frontera Schengen, una frontera moderna, como los agentes que velan por ella.

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