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Campo de Gibraltar

El 83% de menores marroquíes que entra a Ceuta y Melilla lo hace para cruzar el Estrecho

Las estadísticas del Gobierno de Ceuta reflejan que sólo el 16.89% reside \"de forma estable\" en la ciudad autónoma

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Los menores marroquíes que entran ilegalmente en Ceuta y en Melilla no lo hacen para quedarse, sólo para intentar cruzar el Estrecho o bien para estar una temporada en ambas ciudades y posteriormente regresar a su país de origen.

Esta situación se extrae de las estadísticas que maneja el Gobierno de Ceuta, encargado de la tutela de estos niños, y que indican que sólo el 16,89 % de estos menores reside "de forma estable" en un albergue especialmente dedicado a ellos.

Fuentes del área de Menores del Gobierno ceutí han informado a Efe de que hace más de un año que se cerró la antigua residencia militar de "La Esperanza", por sus malas condiciones de habitabilidad, y se abrió un nuevo centro en la zona de Hadú para acoger a estos menores en mejores condiciones.

Sin embargo, los datos han puesto de relieve que estos niños, conocidos como MENA (Menores Extranjeros no Acompañados), sólo buscan una estancia temporal en la ciudad.

Estos menores proceden en su mayoría de poblaciones cercanas a la frontera de Ceuta como Castillejos o Tetuán.

En 2013 el albergue de Ceuta registró 687 ingresos que se correspondieron con 290 menores, ya que muchos de ellos entran y luego se pasan varias semanas sin volver, al estar en un régimen abierto.

El 57,6 por ciento de estos menores proceden de Castillejos -distante unos tres kilómetros de la frontera ceutí-, un 20 por ciento de Tetuán y el resto de otras ciudades marroquíes como Rabat.

Todos entran en Ceuta ilegalmente por la frontera, bien con pasaportes falsos, bien acompañados de mayores de edad -algunos de ellos incluso por sus padres- que luego los abandonan en la ciudad o bien escondidos en alguno de los más de 2.500 vehículos que cada día cruzan la aduana fronteriza.

"Huyen de la miseria y buscan en Ceuta o en la península un futuro mejor porque en sus casas no tienen absolutamente nada", cuenta a Efe un policía local.

Sin embargo, ninguno de ellos entra en Ceuta para quedarse, sólo buscan algún dinero mediante la mendicidad o ejerciendo como guardacoches o intentan esconderse en un barco para cruzar el Estrecho de Gibraltar y llegar a la península.

Un agente de la Policía Local ha señalado a Efe que una prueba evidente de que estos menores no están desamparados es que cuando hay alguna festividad en Marruecos suelen volver a cruzar la frontera para estar con sus familiares.

Fuentes del Gobierno autonómico han dicho a Efe que la Ciudad destina anualmente unos 3 millones de euros para atender a estos niños, de los cuales el Ejecutivo central aporta un millón.

Ya sea por necesidad o por picaresca, lo cierto es que Ceuta seguirá acogiendo a estos menores por ley y porque, al fin y al cabo, se trata de otro tipo de inmigración.

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