Con intención de conservar nuestra herencia popular en lo relativo a la antigua denominación de las calles gibraltareñas, el Ministerio de Transporte, Tráfico y Servicios Técnicos, de quien depende la gestión de los letreros con los nombres de las calles, ha puesto en marcha un proyecto para colocar placas con las antiguas denominaciones de algunas de ellas, acompañadas de una breve explicación sobre el origen de sus nombres.
El Ministerio ha colaborado estrechamente con prestigiosos historiadores locales y ha contado con el preciado apoyo de la Fundación del Patrimonio de Gibraltar para instalar una serie de 6 letreros que se colocarán en lugares emblemáticos, todos ellos en el casco antiguo. La colocación de los letreros se complementa con la edición de un tríptico que incluye un mapa con un recorrido recomendado por el casco antiguo y breves descripciones de las principales paradas de la ruta. La historia de nuestras calles es tan interesante que quizás podría incluirse en una visita a pie para aquellos que estén interesados.
Los nombres oficiales de las calles de Gibraltar se establecieron en 1970, cuando la policía colocó letreros por primera vez. Hasta entonces, las calles no tenían una denominación oficial y recibían un nombre por su función, importancia, por una característica distintiva o un edificio representativo o incluso por el nombre de un vecino importante que vivera en esa calle.
Se espera que la iniciativa goce de buena acogida tanto por parte de los gibraltareños como de los turistas. Los trípticos podrán encontrarse en todas las Oficinas de Información Turística.
En la presentación de esta iniciativa, el Ministro de Tráfico, Transporte y Servicios Técnicos, Paul Balbán, comentó: “Desde su inicio, este proyecto ha sido acogido con verdadero entusiasmo por todos las personas convocadas para participar en el grupo de trabajo. Todos estuvieron de acuerdo en que esta porción de nuestro patrimonio corría el riesgo de perderse, puesto que las nuevas generaciones sólo parecen conocer los nombres actuales de las calles y únicamente al conversar con personas más mayores oyen, por ejemplo, la cuesta de Mr. Bourne o la calle Cordoneros”.
El Ministerio aprovecha la oportunidad para dar las gracias a todas las personas implicadas directamente en el proyecto y a los propietarios que han consentido que estos letreros se coloquen en las fachadas de sus edificios.