La coordinadora de lucha contra la drogodependencia Barrio Vivo atendió a lo largo de 2015 a un total de 324 personas en las 2.367 consultas y visitas realizadas a través del Servicio de Atención Social. De esa cifra, en 52 casos se trataba de expedientes antiguos mientras que el resto, 272, corresponden a nuevos casos. En función de sus distintas áreas de atención, Barrio Vivo gestionó demandas en el ámbito asistencial. Se trataba de atenciones tanto a nivel individual como familiar derivadas del consumo de distintas sustancias toxicómanas pero también de apoyo de personas que sufren extrema pobreza, bien como resultado de la crisis económica o por cuestiones de consumo de droga en el ámbito familiar.
El presidente de Barrio Vivo, José Díaz cree muy necesario que las puertas de Barrio Vivo sigan abiertas (en alusión a la situación económica padecida) ya que son muchas las personas que vienen cada día a Barrio Vivo pidiéndonos asesoramiento y una salida a su situación.
En el área terapéutica, Barrio Vivo trabajó el pasado año con 58 usuarios con adicción a los estupefacientes; con personas que abusan de las drogas; pacientes que rechazan su ingreso en un centro terapéutico. En el apoyo frente a la drogadicción, los profesionales de esta ONG, tras realizar un diagnóstico social, llevan a cabo un trabajo terapéutico con personas consumidoras de droga.
12 de los casos atendidos en 2015, lo fueron a través del Gabinete de Atención al Menor. En estas actuaciones, se trabaja con adolescentesdonde su tiempo libre u ocio lo combatencon reuniones de cannabis y alcohol...y con sus familias en casos relacionados con problemas en los ámbitos familiar y escolar por culpa de las drogas.Otras 8 personas necesitaron también apoyo terapéutico por diferentes motivos.
Barrio Vivo ofreció asimismo informacióny orientación a padres, parejas yfamiliares, siendoun total de 18 personas relacionada con el consumo de drogas, recursos existentes, cómo actuarante situaciones de consumo, pautas a seguir y límites por parte de las familias. En el ámbito jurídico, la ONG trabajó con otras 6 personas, trabajando como mediadora entre familias e Instituciones Penitenciarias y en otros tres casos relacionados con trabajos a beneficio de la comunidad.
Según ha explicado el presidente de Barrios Vivo, “estas actuaciones tienen como objetivo crear conciencia del daño cometido y compensar este mediante trabajos sociales no remunerados, así como conseguir la reeducación y la reinserción social total del penado”.
En 62 casos, la ONG atendió a personas que habían sido sancionadas administrativamente tanto por tenencia como por consumo de sustancias ilícitas: “Según recoge la Ley Orgánica 1/92 del 21 de febrero sobre Protección de Seguridad Ciudadana y su remisión, las sanciones impuestas por estas infracciones podrán suspenderse si el infractor se somete a un tratamiento de deshabituación en un centro o servicio debidamente acreditado”.Silvia Castellano Trabajadora Social ha añadido que la finalidad del trabajo terapéutico es la motivación para el cambio, en aquellos casos en que el usuario se encuentre en un estado pre-contemplativo eincrementar la percepción del riesgo que supone el consumo de las droga, tanto ante la sociedad en general como entre los propios usuarios de las mismas.
Barrio Vivo también trabaja con el Programa de Garantía Social. En 2015 atendió a 135 personas en exclusión social realizando un seguimiento continuo y, en caso de necesidad, aportando alimentos o ropa.
A pesar de los problemas económicos que ha tenido que afrontar Barrio Vivo y gracias a la labor de sus trabajadores y voluntarios, el colectivo sigue adelante ofreciendo apoyo a un cada vez mayor número de personas que se acercan por la sede para solicitar una mano amiga. En los cinco primeros meses de 2016, el número de personas atendidas ha alcanzado ya la cifra de 136.
