En el discurso durante la recepción para contactos e invitados de la comunidad de Bruselas, el Viceministro Principal, Joseph García, afirmó que los gibraltareños no querían el Brexit ni votaron a favor de él, pero que ahora deben afrontarlo y garantizar el mejor acuerdo posible de cara al futuro.
Esta recepción tuvo lugar en la Casa de Gibraltar en Bruselas.
García también aseguró que el Gobierno no tiene ninguna intención de cerrar la misión de Gibraltar en Bruselas tras la salida de la Unión Europea, y puso el ejemplo de las Islas del Canal, como territorio fuera de la UE donde se mantiene una oficina desde hace mucho tiempo. El Territorio Británico de Ultramar de las Bermudas, por ejemplo, abrió una oficina en Bruselas, justo después del referéndum sobre el Brexit.
Asimismo, García comentó que el trabajo de la oficina de Bruselas será ahora más exigente, pero también más importante que nunca, que habrá mucho que hacer y que la Casa de Gibraltar desempeñará un papel vital de ahora en adelante.
El Viceministro Principal elogió al anterior Director de la Casa de Gibraltar, Sir Graham Watson, y a su sucesor, Daniel D’Amato, y dijo que había sido un honor haber tenido a Sir Graham, primero como eurodiputado y, posteriormente, como representante.
García resaltó que se trataba de su primera visita a Bruselas como ciudadano de un país tercero, ahora que el Reino Unido y Gibraltar forman parte de los países terceros que no pertenecen a la UE. “Este cambio no ha sido fácil –dijo–, pero ahora es el momento de superar las etiquetas de las opciones de ‘permanecer’ o ‘salir’ para concentrarnos en garantizar el futuro”.
Además, destacó que la circulación de las distintas categorías de personas en la frontera con España era fundamental para generar una prosperidad aún mayor a ambos lados. Señaló, asimismo, que existen residentes, turistas y trabajadores y que todos ellos interactúan desde el punto de vista económico entre ellos y con la región en su conjunto.
El establecimiento de un área de desplazamiento común entre Gibraltar y la UE es una posible solución, según García, quien puntualizó que existen distintos microestados dentro del territorio geográfico de la UE que han desarrollado relaciones fronterizas específicas con sus países vecinos.
“No puedo enfatizar lo suficiente que una circulación fluida en la frontera para residentes, trabajadores y turistas resulta esencial para generar aún más prosperidad de la que ya tenemos”, apostilló.