El sindicato de funcionarios de prisiones Acaip ha informado de dos intervenciones en las que trabajadores de la cárcel de Botafuegos, de Algeciras, salvaron la vida a dos internos, a uno de ellos en dos ocasiones, a lo largo de los últimos días.
La primera de ellas tuvo lugar el pasado jueves, día 12, cuando una interna intentó quitarse la vida ahorcándose.
Una vez concluido el reparto de la comida del mediodía en el módulo de mujeres, las reclusas subían a sus celdas cuando las funcionarias de servicio se percataron del suceso.
Detectaron, siempre según la narración de los hechos de Acaip, que la interna N.G.M., utilizando un fino jersey atado a los barrotes de la ventana, lo tenía anudado al cuello y permanecía ya inmóvil.
Presentaba un color cianótico y estaba orinada. Fueron precisas tres funcionarias para levantarla y mantener su cuerpo a pulso. Fueron avisados los servicios médicos, que se personaron de inmediato y tras atenderla, logran mantenerla con vida, describe el sindicato.
En otro caso, Acaip indica que los trabajadores salvaron la vida a un mismo interno en dos ocasiones. En la primera ocasión, descubrieron a A.Q.L. con una sábana anudada a la ventana de su celda, si bien los funcionarios pudieron descolgarlo a tiempo.
Al día siguiente se repitió la misma situación y de nuevo los funcionarios pudieron descolgarlo a tiempo, cuando ya tenía una cortina anudada al cuello. En esta ocasión fue trasladado a la Enfermería, añade el sindicato.
Este último, explica Acaip, entregó un escrito a la Dirección del centro penitenciario con “insultos y calumnias graves”. El sindicato señala que cuando se le preguntó al interno si era consciente de la gravedad de sus actos, contestó “en estado de agitación y en presencia de otros internos: Tú te callas, léela, no me corto en lo que pongo”.
Tras solicitar que calmase –prosigue Acaip-, terminó “siendo reducido, no sin antes propinar patadas y golpes y conducido a otro módulo, saldándose con dos compañeros atendidos en la enfermería con lesiones”.
Acaip-UGT quiere hacer saber a la opinión pública que son “el colectivo de funcionarios públicos que más agresiones sufren en el desempeño de su trabajo, con más de 2.400 agresiones en los últimos seis años, cada día un trabajador penitenciario es agredido”, resume el sindicato.
“Gobierno y Ministro del Interior, a pesar de sus promesas, tienen por resolver muchos asuntos relacionados con la modernización de Instituciones Penitenciarias, estamos pendientes de una nueva Ley Penitenciaria que va a cámara lenta, y que es necesaria para reforzar la seguridad en las prisiones y reconocer al funcionario el carácter de autoridad para hacer frente a la violencia cada vez más extrema que se produce en el interior de las cárceles, así como la protección jurídica de la abogacía del Estado”, denuncian.
En caso contrario, advierte Acaip, “estos sucesos seguirán sin tener consecuencias penales para los agresores, ya que los funcionarios de prisiones actualmente no somos agentes de la autoridad a efectos laborales, consideración esta que, curiosamente, sí tienen los sanitarios y docentes que trabajan en el mismo medio penitenciario”.
“Nadie debe olvidar que los trabajadores penitenciarios desarrollamos nuestra labor con una población reclusa donde predominan comportamientos agresivos, violentos, antisociales, con patologías mentales, adicciones,... por lo que es necesario adoptar medidas destinadas a la protección de los funcionarios frente a las agresiones”, indica el sindicato.