La Diputación Provincial ha patrocinado ‘Campeonato de acoso y derribo por equipos provincia de Cádiz’, que en esta primera edición ha ganado el equipo de tres colleras capitaneado por Francisco Baños García. La competición se disputó durante la tarde del pasado miércoles en el Corredero de Bodegas Miguel Guerra, en Chiclana de la Frontera, con la organización del Club Deportivo Garrochista de La Janda.
José Loaiza, presidente de la Diputación de Cádiz, entregó el trofeo y las medallas a los seis jinetes ganadores, en compañía de la vicepresidenta primera de la Corporación provincial, Mercedes Colombo, y de la diputada de Turismo, Inmaculada Olivero, quienes entregaron los premios a los equipos clasificados en segundo y tercer lugar.
Loaiza indicó a los asistentes al acto de entrega de los galardones que este premio de la Diputación trata de promocionar tres símbolos de la cultura y de las vivencias de Cádiz, como son el caballo, el toro y el campo.
Equipos ganadores
Primer clasificado.
Francisco Baños García; amparado por Manuel Martín Bardo.
Alfonso Martín García, amparado por Luis Miguel Medina Díaz.
Manuel Jesús Triano Jiménez, amparado por Ángel Triano Jiménez.
Segundo clasificado.
Jaime Marqués de Infante, amparado por Javier Buendía Aguilar.
Manuel Ferraro, amparado por Javier Buendía Aguilar.
Javier Buendía Aguilar, amparado por Juan Orozco Bernal.
Tercer clasificado.
José Joaquín Peña, amparado por José Manuel Camacho.
José Luis Díaz de la Cortina, amparado por Manuel Martín Asián.
Borja Garzón Ternero, amparado por Jerónimo Sánchez Hilario.
Hay que señalar que la competición se lleva a cabo por colleras, un garrochista y un amparador, siendo éste pieza clave para la culminación del derribo de la res.
En el campeonato también se premió con trofeos de otros patrocinadores a Juan Pedro Torres Rubiales como mejor garrochista y a la collera formada por Alfonso Martín García y el amparador Luis Miguel Medina Díaz, como la mejor de la jornada.
La garrocha en las faenas del campo
Su tradición, como espectáculo en sí, se remonta al siglo XVIII, siendo esta la suerte que menos modificaciones ha sufrido con el paso del tiempo, según informa la organización de este campeonato. El acoso y derribo es una modalidad taurina que deriva de las primitivas faenas camperas, siempre ha sido una parte importantísima en la cría del ganado bravo, pues sirve para testar la bravura, las cualidades o defectos, empuje, galope o la querencia de los erales a buscar la lucha.
Los inicios van aproximadamente hacia 1850 coincidiendo con la época en que los ganaderos debieron cuidar especialmente la selección de bravura con la práctica de tentaderos. De 1900 a 1950 se consolida la disciplina hasta alcanzarse la edad de oro del acoso y derribo. En los años sesenta del pasado siglo, la disciplina decae por el abandono del campo de muchos ganaderos. Pero en la década de los setenta comienzan los primeros campeonatos oficiales de la disciplina.
En la actualidad se ha convertido en una modalidad espectacular. Todos los participantes deben tener licencia deportiva para tomar parte en las distintas competiciones y concursos que se celebran en distintas comunidades autónomas.
