El delegado municipal de Medio Ambiente, Joaquín Páez, ha visitado esta mañana la EDAR de El Torno junto a los responsables de la empresa Aqualia, encargada de llevar a cabo el proyecto All Gas, a través del cual utilizan las aguas depuradas para crear biocombustible. En este sentido, destacar que durante la jornada de hoy técnicos de toda España de la empresa Aqualia están comprobando in situ el funcionamiento de dicho proyecto, pionero en Europa y que comenzó su andadura durante el anterior Gobierno socialista, presidido por José María Román.
Así, el responsable del área ha resaltado que “estamos hablando de proyectos de tecnología que están poniendo a Chiclana, en cuanto a depuración de aguas, en un ámbito internacional de reconocimiento”. “Y es que estos proyectos no solo suponen una mejora en cuanto al proceso de depuración de aguas residuales, sino que también provocan que esas aguas residuales sean utilizadas para obtener nuevos productos que pueden servir para obtener energía e, incluso, automoción”.
“El nuevo paso de este proyecto nos llevará a que la firma Volkswagen nos ceda unos vehículos para llevar a cabo un ensayo con el biocombustible que se está generando a partir de las microalgas y las aguas depuradas”, ha recalcado Joaquín Páez, quien ha incidido en que “estos proyectos cuentan con la participación de varias empresas, entre ellas, Aqualia y, por supuesto, con la colaboración del Ayuntamiento de Chiclana”. De esta forma, resaltar que cuenta con un presupuesto de 11,5 millones de euros, de los cuales 7,1 son subvencionados por la Unión Europea.
Por su parte, el director de Innovación y Tecnología de Aqualia y responsable del proyecto All Gas, Frank Rogalla, ha destacado que, “de los veinte proyectos que se están llevando en toda España, cinco están en Chiclana. De ahí, que un importante grupo de técnicos e investigadores de España esté hoy visitando la EDAR de El Torno”. “Además, estos cinco proyectos han supuesto la contratación de diez personas para la investigación de las medidas que hemos puesto en marcha”, ha explicado.
“El objetivo principal es transformar aguas residuales en biocombustible y, para ello, hemos montado toda una cadena de depuración para fabricar biometano, con el último paso de hacer los correspondientes test en los coches”, ha indicado el responsable del proyecto, quien ha aclarado que “serán cuatro los vehículos que Volkswagen pone a nuestra disposición durante dos años”. “Así, trataremos de demostrar que el biocombustible que sacamos de las algas es conforme al requerimiento normal”, ha añadido.
Finalmente, Frank Rogalla ha manifestado que “se trata de un proyecto a largo plazo, que comenzó hace cuatro años gracias al apoyo de la Comisión Europea y de Chiclana Natural, que nos cedió los terrenos e infraestructuras”. “Estamos muy contentos de los progresos y resultados y el próximo paso será una demostración a escala industrial”, ha comentado. En este sentido, se dispondrá de cuatro hectáreas de cultivo de algas, “para aumentar la capacidad y demostrar que no se trata de un juguete, sino de un proyecto serio y que puede dar mucho que hablar en el futuro”.