La malagueña plaza de toros de Mijas, ha sido el escenario de sus primeros pasos por los ruedos. Se cumplió el sueño de Pedro, debutar de luces y dejar buenas sensaciones. Conversamos con Pedro Mures ‘El Banquete’ quien nos habla en esta entrevista de sus últimos festejos y otro de sus sueños desea que Conil “tenga un torero que suene”.
¿Cómo resultó esos primeros festejos?
– A final de agosto me ofrecieron actuar en un Festival en Mijas. Me encontré bien, pero fallé con lo espada. No corté trofeo, pero dejé buena impresión, además me acompañaron amigos y aficionados que llenaron un autocar.
¿Cuándo fue?
–El 25 de septiembre. Fue una tarde para el recuerdo, ya que por primera vez debuté de luces ante muchos paisanos, cortando oreja a un eral de Gavira. Lo aproveché por el pitón derecho y cuajé buenas tandas de mi estilo. Nuevamente me siguieron muchos aficionados de Conil tanto en autocar como en coches particulares.
El empresario Juan Arias, te ofreció a última hora la repetición. ¿Cómo fue tu actuación?
–Volví a cortar orejas a otro eral de Gavira y la gente salió satisfecha. Lo aproveché por los dos pitones. Tenía raza y tenía que hacerle las cosas bien. Así fue. Nunca estoy contento, porque quiero cada tarde ir a más. De nuevo me sentí arropado por mis paisanos. Una de las cosas más bonitas de ser torero es tener ilusión y llegar a los aficionados.
¿Por lo que me cuenta, tiene tirón entre los amigos y paisanos?
– No me puedo quejar. Me han demostrado su apoyo, porque comprar una entrada y recorrer 250 kilómetros para verme, no es frecuente. Les estoy muy agradecido y no quiero defraudarles. Llenar un autobús en los tiempos que corren, no es fácil y además sin pertenecer a ninguna Peña taurina. No quiero olvidarme de dos personas mi tío Paco y Antonio Sánchez El Trueno, que han estado siempre a mi lado y dándome buenos consejos. Son seguidores a ley.
¿Tu padre es una persona clave en estos primeros pasos?
–Muy cierto. Sus consejos son muy importantes en estos principios. El sabe mejor que nadie lo duro y difícil que es esta profesión, porque lo vivió y sufrió en su época de novillero en San Sebastián de los Reyes y en otras muchas plazas de Madrid y alrededores. El tiene una gran fe y me ayuda en todo lo que puede. Aprovecho también para agradecerle a la Asociación Casa de Postas, al Bar Ramírez y Bar Casa de Postas, porque me han echado una mano para vender entradas. Estos buenos detalles no se olvidan.
Ahora queda por delante un invierno para prepararse. Toreo de salón, en el campo, tentaderos y practicar con el carretón. Hay que aprovechar el tiempo Pedro. Has subido un peldaño, aunque queda una escalera muy empinada. Esta es una profesión muy dura y cuando no triunfas y las actuaciones escasean, es muy triste.
–Lo tengo asumido, por ello trato de superarme cada día, dedicándole muchas horas. Desde que sale el sol, ya estoy corriendo. El año que viene es fundamental en mi carrera el interés ​ demostrado de los que me siguen y tengo a mi alrededor, es muy importante. Quiero que Conil tenga un torero que suene