El exciclista estadounidense Lance Armstrong, sancionado de por vida por dopaje y desposeído de sus siete títulos del Tour de Francia por ello, podría estar pensando en declararse culpable del uso de sustancias prohibidas y transfusiones de sangre durante su carrera, con el objetivo de poder competir en la disciplina de triatlón, tal y como informa el diario norteamericano The New York Times.
Durante más de una década, Armstrong negó de forma rotunda haberse dopado y sólo un informe de más de 1.000 páginas de la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) pudo sacar la verdad a la luz. Con "el más sofisticado, profesionalizado y exitoso programa de dopaje que el deporte jamás ha visto", el ciclista se forjó una carrera plagada de éxitos que resultó ser una autentica farsa tras la confesión de 26 personas, entre ellas 15 corredores con conocimiento de la antigua formación estadounidense en la que compitió Armstrong.
Ahora, a sus 41 años de edad, el diario de la 'Gran Manzana' ha desvelado que el norteamericano estaría considerando confesar y declararse culpable de toda acusación. Así, y siempre según el New York Times, Armstrong se habría reunido ya con el director ejecutivo de la USADA, Travis Tygart, para intentar suavizar y acortar la suspensión a perpetuidad. Además, otro de los motivos podría ser intentar lavar la imagen de la fundación 'Livestrong', que él mismo fundó tras recuperarse de un cáncer.
De esta forma, y de acuerdo con el Código de la AMA, la sanción a un deportista puede verse reducida si confiesa los detalles de sus prácticas de dopaje y su testimonio sirve para implicar a otros responsables, tales como médicos, entrenadores u oficiales de equipo.