El Levante dio una nueva muestra de solidez al derrotar al Athletic de Bilbao (3-1) en un encuentro en el que el equipo vasco, a pesar de adelantarse en el marcador, apenas tuvo pegada y se vio condicionado por la inferioridad numérica con la que afronto el segundo periodo.
La expulsión del visitante Laporte en el minuto 43, con 1-1 en el tanteador, y el segundo gol del Levante, todavía antes del descanso, fueron clave en un encuentro en el que el equipo local se sobrepuso bien al gol inicial de Aduriz y supo aprovechar los espacios tras el descanso para ganar el encuentro.
Poco mostró el Athletic en ataque antes del descanso, mientras que en la segunda parte el duelo se le puso cuesta arriba y no lo pudo nivelar. El Levante, a pesar de no empezar bien, se centró mediada la primera parte y ganó sin apuros.
El choque prácticamente empezó con el gol de Aduriz, que cabeceó con acierto un centro de Iraola cuando ambos equipos todavía tomaban posiciones sobre el terreno de juego.
El tanto dio protagonismo en el partido al equipo vasco durante el primer cuarto de hora de juego, en el que el Levante no fue capaz de dar replica a su rival.
Así fue hasta que, en el minuto 15, una buena penetración de Iborra fue rematada por Roger y rechazada con acierto por Iraizoz. Esa acción estimuló al Levante, que equilibró las fuerzas sobre el terreno de juego.
Quizá el Athletic tenía más el balón, pero las llegadas del Levante, con su habitual fútbol directo, eran cada vez más frecuentes, hasta que en una contra, una penetración del lateral Lell propició el tanto del empate.
El partido había cobrado interés y se había nivelado en el juego y en el marcador, aunque era el Levante el que, sobre todo a base de balones parados, más se aproximaba a la meta de un Athletic que no era capaz de crear peligro.
Cuando el partido se acercaba al descanso (m.43), se produjo la jugada clave del encuentro. Laporte derribó como último defensor a Roger y fue expulsado. Aunque la falta no acabó en gol, la siguiente jugada, en la que participaron Ballesteros y David Navarro, provocó el 2-1, marcado de cabeza por Iborra.
Con un gol de ventaja para el Levante, un hombre menos en el Athletic y Amorebieta en el campo en sustitución de Muniain se llegó al descanso.
La segunda mitad fue de ida y vuelta. El Levante no tenía especial interés en lanzarse al ataque y el Athletic buscaba el equilibrio entre la necesidad de lograr el empate y la de no desguarnecer su zaga para que el partido no quedara definitivamente resuelto.
Hubo pocas llegadas claras ante ambas porterías y destacaron una magnífica acción individual de Ander Herrera que estuvo cerca del gol y un uno contra uno de Roger que Iraizoz desbarató. Era en cualquier caso el Athletic el que más se desgastaba.
El 3-1 logrado por El Zhar de fuerte disparo cerró el partido. Dio la sensación, tras ese gol, que el encuentro estaba acabado. Ambos equipos perdieron intensidad y el choque llegó a su conclusión sin más historia.