Se ha convertido en la referencia de la zaga bética. Un futbolista que apenas contaba con minutos en el once titular de Mel quedando relegado a un segundo plano.
No obstante, la necesidad del momento ante la merma de centrales en la defensa verdiblanca tras el derbi; motivó la entrada de Antonio Amaya en las alineaciones del técnico madrileño, testigo que cogió y que nunca volvió a soltar hasta convertise en un verdadero fijo.
A través de los medio oficiales de la entidad de Heliópolis, el futbolista se sinceraba este miércoles afirmando que hubo posibilidades reales que motivaron (si bien el final ha sido bien distinto) su salida del Betis: "El año pasado disputé pocos partidos y no más de dos seguidos. Estuve a punto de salir de este club en pretemporada sin haber podido demostrar nada. En nuestra posición si tienes un fallo, te cuesta el gol y es más difícil. Este año he conseguido la regularidad que quería. La confianza es lo que te da todo en el fútbol. Sin ella, soy un jugador irregular”.
Amén de su situación personal, se le cuestionó acerca del objetivo marcado de alcanzar Europa e incluso de poder disputar la Liga de Campeones la próxima temporada: "Nuestra Champions la tenemos el viernes. El vestuario solo piensa en eso. Eso nos ha dado vida toda la temporada, pensar en partido a partido. No podemos pensar en el derbi, ni en los partidos contra Barcelona y Madrid. Tenemos que pensar en ganar para que los puntos nos dejen lo más arriba posible”.
Por último y con vistas al derbi en el Villamarín, Amaya dejó claro cuál es su pensamiento: "Si hay alguien que pueda pensar en el derbi seré yo, que no voy a estar en el terreno de juego el viernes. Nos tenemos que preparar para este partido, si el míster considera que nos debe poner o no. El viernes tenemos una final. A partir de ahí, a pensar en ese partido especial”.
