El empresario José María Galvez, acusado por el juez que investiga la gestión de Luis Oliver en el Betis de recibir 839.000 euros sin prestar servicios por los traspasos de Mehmet Aurelio y Sergio García, ha admitido hoy que cobró unos 65.000 euros en efectivo y sin justificante de su socio.
En una declaración ante el juez, Galvez ha reconocido el cobro en efectivo del dinero y ha negado que recibiera entre el 14 de septiembre y el 7 de diciembre de 2010 un total de 134.875 euros a través de tres disposiciones en efectivo y de cuatro cheques al portador, como dijo en una declaración anterior su socio, Ángel Mayayo, también imputado.
En un careo entre ambos para dilucidar las contradicciones de sus declaraciones previas, Mayayo se ha desdicho de que le pagó a Galvez 134.875 euros y ha rebajado la entrega a entre 65.000 y 70.000 euros, según el acta de la diligencia, a la que ha tenido acceso Efe.
Galvez, en su declaración ante el juez minutos antes del careo, sí ha reconocido que creó con su socio la empresa Bastogne Corporación, lo que negó cuando fue detenido por la Guardia Civil, y ha aclarado que era para hacer negocios de chatarra y que desconocía que fuera utilizada por Mayayo para el traspaso de jugadores.
En su declaración ante el juez, Galvez ha justificado el cobro del dinero en efectivo por los problemas económicos que tenía y ha añadido que confió en que su socio usaría la empresa de chatarra para negocios legales porque le conocía desde hacía 18 años.
Mayayo, por su parte, ha asegurado que Galvez desconocía lo relativo a la gestión y disposición de las cuentas de la sociedad.
El juez que investiga el caso afirma que los empresarios zaragozanos cobraron, en connivencia con Oliver, 839.000 euros sin prestar servicios algunos y sólo para detraer ese dinero del patrimonio del club.
