El Real Madrid obtuvo el triunfo más complicado de la temporada, 87-76, ante un Tenerife que se aprovechó de la falta de tensión del líder en los primeros treinta minutos de partido y que tuvo que salir en el último cuarto a ganar el partido.
La inacción del Real Madrid ante el Partizán, el pasado viernes en la Euroliga, tuvo una clara continuidad ante el Iberostar Tenerife, sobre todo en la primera mitad del partido.
No entraron los triples, 0 de 4 en el primer cuarto, tampoco se puso mucho entusiasmo en la defensa y la falta de tensión generalizada hizo que un centrado equipo tinerfeño, que había perdido sus últimos seis partidos de Liga, mantuviera la paridad en el marcador, e incluso dominara con ventajas ligeras.
Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, decidió dar entrada a la segunda unidad, con un poco de chispa y un poco de garra, es decir 'Chacho' Rodríguez y Felipe Reyes con Salah Mejri. El cambio dio para poco más que para acabar el primer cuarto con ventaja, 21-16.
En el segundo cuarto el Real Madrid siguió con un paupérrimo acierto de cara al aro rival, con un parcial de 5-13 en los primeros cinco minutos, para un 26-29 global.
Un fogonazo de rabia y dos triples, de los Sergios (Rodríguez y Llull), permitieron un parcial de 9-0 (35-29) en apenas un minuto. Pero fue el canto del cisne, porque el Tenerife, que siguió con su trabajo de hormiguita, consiguió devolver al Madrid el parcial con un 0-8 en casi tres minutos, 35-37 en el minuto 17.45.
El partido se le estaba retorciendo al Real Madrid, incluso con algunas decisiones arbitrales muy protestadas desde la grada. Con pocos triples, pocos espacios para correr, poco afán defensivo y un rival peleón, el Real Madrid salvó una pírrica ventaja al descanso, 41-40, de milagro.
El fantasma de la mayor derrota sufrida por el Real Madrid el año pasado, el 83-96 que consiguió el Tenerife en su visita del año pasado, empezó a tomar cuerpo.
La puntería no aparecía por ningún sitio, la buena defensa tampoco y el Tenerife, pese a la lesión de Nicolás Richotti (esguince de tobillo izquierdo), cada vez crecía más en acierto y moral. Además de dominar el rebote (23-26) hasta este momento del partido, 50-52 (min.27).
Al final del tercer cuarto el marcador fue favorable a los canarios, 54-59.
Por primera vez en la temporada, el Real Madrid en vez de sestear en el último cuarto tuvo que salir a luchar e intentar ganar el partido.
Aparecieron la intensidad y las ganas y al Tenerife le comenzó a afectar el miedo a ganar. Un triple de Felipe Reyes devolvió al Madrid al frente del marcador, 63-61 (min.22.40).
Reyes y Slaugther pusieron la garra y la lucha bajo los aros, con los Sergios y Rudy en el juego exterior. A falta de cuatro minutos la ventaja local fue ya de 10 puntos, 75-65.
El Real Madrid ganó, 87-76, pero fue su triunfo más complicado.