De poco le valen los guarismos ahora mismo a Emery, pero si algo en positivo puede sacarle es que el Rayo sólo ha ganado una vez en toda su historia en el Sánchez-Pizjuán y fue en el año 2000.
Acumula hasta 20 derrotas y dos únicos empates en los 23 enfrentamientos oficiales disputados en el coliseo nervionense. Un Rayo que además no suele complicarle mucho la vida a los sevillistas en la capital andaluza como demuestras los últimos resultados. Ya en 2007, en Copa del Rey, aquel equipo de Juande batió a los vallecanos por 3-1. En 2012, con el regreso del Rayo a Primera, el Sevilla goleó a su rival por 5-2. Más ajustado resultó un año más tarde (2-1). Aunque en las dos últimas temporadas regresó a la senda de las victorias apacibles (4-1 en la 2013/2014 y 2-0 en la 2014/2015).
Con el Rayo se levantó
Curiosamente, el destino ha querido que Emery viva una situación muy parecida a la que ya tuvo que lidiar hace ahora dos temporadas. Por aquel entonces, con el Sevilla también colista, los de Paco Jémez visitaron Nervión en la sexta jornada y no sólo venció, sino que goleó y convenció. Aquel 4-1 marcó un nuevo rumbo que llevó al Sevilla a la zona noble de la Liga y que concluyó con el tercer entorchado europeo en las manos tras la final de Turín. Lo que se denomina un déjà vu en toda regla.
Un triunfo sobre diez
No ha ganado en Liga y eso es una obviedad, por algo es último. Pero es que, exceptuando el triunfo en la Liga de Campeones, el equipo no gana desde julio en aquel amistoso ante el Watford. Luego perdió también en tierras británicas ante el Brighton, empató en Atena ante el AEK, compitió pero cayó en la Supercopa de Europa y salió goleado de Roma. En Liga ya conocemos los resultados.