El polideportivo de Arroyo de la Miel en Benalmádena acoge las tardes de los martes y jueves a una auténtica marea azul, con espuma regada con las plumas o volantes que revolotean por el pabellón a golpe de raqueta.
Y es que la tradición deportiva del Bádminton Benalmádena se remonta años atrás, tantos que no les afectó el efecto mediático de Carolina Marín para engrosar sus filas, no faltaban aficionados a este deporte que querían crecer en el club, por el que han pasado o se encuentran grandes promesas nacionales del bádminton, deporte que salpica con los valores del esfuerzo y el compañerismo las pistas del polideportivo benalmadense, donde se distribuyen las jugadores por categorías.
De este modo, los más pequeños a un lado, los veteranos al fondo y, en el centro, los jugadores que disputan la máxima competición nacional por clubes. A este grupo empiezan a anexionarse jóvenes de la propia cantera azulona, porque precisamente es de azul como se viste el bádminton en Málaga.