En la general manda Simon Yates, Valverde es segundo a 20 segundos y tercero Nairo Quintana a 25
El británico Simon Yates (Mitchelton) dio un golpe de autoridad ganando el pulso a todos los favoritos en la decimocuarta etapa disputada entre Cistierna y Les Praeres de Nava, de 171 kilómetros de recorrido, en un escenario inédito donde se volvió a enfundar el maillot rojo.
En el Día de Asturias, la fiesta se la pegó Simon Yates en la montaña de la localidad de Nava, "la tierra llana entre montañas", por donde trepó por sus tremendos muros mejor que sus rivales de la general hasta cruzar la cima en solitario, con un tiempo de 4h.19.27.
Un arreón dentro del último kilómetro le permitió despegarse del grupo principal. Llegó desde atrás, regulando el esfuerzo, arrancó, miró la situación y se marchó camino de la gloria. Alzó los brazos con 2 segundos de adelanto sobre el colombiano Miguel Ángel "Supermán" López (Astana) y Alejandro Valverde (Movistar), 5 respecto al francés Pinot y 7 respecto a Nairo Quintana, a quien quien endosó 17 teniendo en cuenta los 10 de bonificación.
Yates heredó el maillot rojo de Jesús Herrada (Cofidis). "Fue bonito mientras duró", pero lo cierto es que el español llegó "reventado" a más de 9 minutos, tras sufrir un calvario desde que quedó descolgado en el descenso del Alto de Mozqueta.
El británico vuelve a la cúspide de la jerarquía de la Vuelta, y a ser el favorito número uno. Fue más fuerte que nadie en la montaña de la Sierra de Peñamayor, pero como la clasificación quedó apretada aún no se considera patrón de la carrera.
"No me considero aún favorito. Si mañana me responden las piernas en Lagos de Covadonga estaré feliz, pero las diferencias no son importantes y queda mucha carrera". Dijo Yates, que se refería a los 20 segundos que tiene de ventaja sobre Alejandro Valverde y los 25 respecto a Nairo Quintana.
Los dos hombres del Movistar no pudieron con Yates en los 4 kilómetros de ascenso a Les Praeres. Supermán López quedó a 47, Urán a 1.28, Ion Izagirre a 1.40 y Enric Mas, séptimo en la etapa, a 1.47.
En el segundo reto del tríptico asturleonés hubo movimiento desde el principio. Los cinco puertos del menú del día no asustaron a los 6 hombres que salieron en fuga: el asturiano Iván García Cortina (Bahrain) se alistó al viaje con Kwiatkowksi (Sky), De Gendt (Lotto-Soudal), Bookwalter y Roche (BMC) y Woods (Education First)
El pelotón mantuvo atados a los seis escapados desde el principio y no permitió que la diferencia se disparase más de la cuenta. Nunca paso de los 3 minutos.
El inagotable belga Thomas De Gendt puntuó en cabeza en el Puerto de San Isidro (2a), Alto de la Colladona (1ª) y Alto de la Mozqueta (1a). En este último puerto el protagonismo lo asumió el italiano Vincenzo Nibali imponiendo un ritmo demoledor. No iba por la etapa el "Tuburón", más bien se trataba de un entrenamiento de calidad para el Mundial.
El ensayo arruinó la escapada, de donde cedió en el ascenso Cortina, y estiró el pelotón. Bajando se cayo Woods y Kwiatkowski rompió el grupo llevándose a Roche y Bookwalter.
En la Falla de los Lobos (3ª) el Bahrain siguió machacando al personal. Nibali dejó hacer a Gorka Izagirre. Herrada ya se estaba despidiendo del maillot rojo. "Kwiato" coronó al frente y se marchó en un intento de justificar su condición inicial de líder del Sky.
El polaco contra el pelotón con la pared de Les Praeres a la vista. A 5,2 de meta fue alcanzado. Bora empezó a marcar el ritmo con otro polaco en escena, Rafal Majka, pero fue el holandés Steven Kruijswijk (LottoNL-Jumbo) el primero en encender la traca. Esperaban 4 kilómetros hasta meta. Carretera estrecha al 12 por ciento de pendiente y rampas del 17.
Movistar, en superioridad respecto a Yates jugó sus bazas con Carapaz y Valverde marcando a Kruijswijk, voluntarioso en sus intentos de fuga. Quintana apareció a 2,5 de meta con un primer ataque. Se llevó a Supermán. Intento que el ciclista boyacence repitió en dos ocasiones más.
No hubo manera. Movistar se quedaba sin cobertura ante el ataque definitivo de Yates dentro del último kilómetro. Ya no miró atrás, trepó por la pared que conducía a la explanada de meta y se anotó su segunda etapa en la Vuelta. Ya venció en 2016 en la etapa de Nogueira de Ramuín.
Cuestión de paciencia, de esperar el momento. "No conocía la llegada. Solo vi un vídeo y unas fotos. Fui conservador y mantuve la calma hasta el momento de atacar". Ese fue el secreto para la victoria y el regreso al maillot rojo para Yates, ganador este año de 3 etapas en el Giro y portador 13 jornadas de la maglia rosa.
Ahora llegan Los Lagos de Covadonga. Espera el doble paso por el Fito y la subida final donde Nairo Quintana se impuso y se vistió de rojo. Será la última cita del tríptico de montaña. Veremos si llegan las diferencias.
Este domingo se disputa la decimoquinta etapa entre Ribera de Arriba y Lagos de Covadonga, 178,2 kilómetros.