Así es nuestro Recre: de no ganar durante nueve jornadas a concatenar tres victorias consecutivas, dos de ellas en liga y otra en copa ante el Hércules. Y es que diciembre es un mes especial para el Recre por su cumpleaños (¡Felicidades, Decano!) y porque la anterior temporada sirvió de punto de inflexión para ir acumulando puntos hasta acabar campeón de la categoría. A día de hoy, y jugándomelo un poco, diría que es prácticamente imposible alcanzar el primer puesto, y si me apuras, el segundo o el tercero. Con un milagro de rendimiento continuo quizás podamos rozar el cuarto puesto. Tengan en cuenta que solo son habladurías con las sensaciones actuales, pues en mi corazón entiendo que no debemos mirar más allá del próximo partido.
La ley del partido a partido siempre funciona si se transmite en el ambiente. Sin objetivos a largo plazo y focalizando en lo más breve, es una filosofía que bien podemos extrapolar a nuestra propia vida. Otra de las cosas que mucho he mencionado por aquí, ante todo en los malos tiempos (los malos de verdad), era el “como sea”. Una frase resultadista que reduce al absurdo la concepción del fútbol: ganar, ganar y ganar sin importar si has dado dos pases bien o es demérito del rival. Pero esa acepción del fin justifica los medios creo que este año es complicado de ejecutar, aunque resulte curioso. El Recre no está jugando bien, nada bien diría yo. Había jugadores clave en pretemporada que no están rindiendo, especialmente veteranos como Morcillo, Óscar Ramírez, Quique Rivero o Chuli. Y otras apuestas que se están quedando atrás como Alfonso o Irizo. Pero además de eso, el Decano sigue sin ser un equipo. Es como que pasa el tiempo y los jugadores no parecen conocerse bien. Parecería con ello que el “como sea” sea la clave. El equipo no funciona y hay que ganar sin importar si defendemos bien o atacamos regular o los centrocampistas se pasan más tiempo mirando hacia arriba que hacia el césped. Y por eso mismo, creo que el Recre tiene su mayor déficit deportivo en encontrar una identidad más adecuado para lo que debe ser en esta categoría y por presunta plantilla: ser más consistente durante los partidos, atacar con mayor criterio y no de forma alocada y aumentar consistencia en defensa. ¡Pido demasiado! Pero es que estamos en Navidad, a ver si nos cae un regalito como mejora del equipo.
Este domingo el Recre jugará su último partido del año ante el Algeciras. Ha sido un año bueno en general, exceptuando los playoffs, pero ojala no ocurra la típica relajación pre-vacaciones y podamos alzarnos con los tres puntos para acabar 2019.
