Los españoles asistimos cada día a una legislatura loca y fuera de toda lógica política, muy teatral y perruna, donde imperan más los fangos, los barros y las denuncias entre políticos para ver quien posee en sus filas más mierda, dejando de lado de paso lo que verdaderamente importa, como son el paro, las mafias de la inmigración, la vivienda, la salud, los impuestos, el trabajo decente, el medio ambiente, los derechos sociales, la carestía de la vida, la energía, la seguridad, etc., que quedan en un segundo plano, e incluso desaparecen de la escena política. Y ello es así porque impera como prioridad la suciedad, que parece ser que huele mejor porque da rédito gratis mucho más jugoso y relajado que tratar los verdaderos problemas que tenemos los españoles.
A determinados políticos, lo que de verdad les interesa y les importa, es el poder, el gobierno con los máximos apoyos para hacer y deshacer a su gusto, acabando de paso con el contrario. A los votantes, a los ciudadanos, que tenemos problemas un día si y otro también, nos darán un mojón pinchado en un palo para que nos callemos. Es triste pero es así. Asistimos cada día a peleas, insultos, descalificaciones, agresiones verbales, acusaciones de enchufes, de haber trincado dinero por aquí y por allí, a que tal o cual familiar, empleado o político, etc, ha pegado un pelotazo llevándose una comisión económica millonaria en no se que negocio sucio y enmarañado procedente de adjudicaciones de la propia administración pública (Estado, CCAA, ayuntamientos, etc.). Véase los casos mascarillas del Covid.
Y así, todos los días. ¿Es para estar harto?. Pues si. Es para mandar a coger boñigas a más de uno. ¿Y de los problemas reales qué?. De eso no se habla. Que programa de gobierno tienen algunos partidos, porque yo no me he enterado todavía que es lo que harían si llegaran a gobernar y cuáles serían sus medidas para mejorar la vida de los españoles. Ya lo digo yo, ninguna. Porque ni usted ni yo lo habremos visto. Eso sí: si el gobierno presenta en el Congreso alguna mejora social (y las ha habido muy importantes y beneficiosa para los ciudadanos), sus votos siempre son los mismos: un no sin más explicaciones. Eso sí, a sacar porquería todos los días que eso vende, da votos. Lo demás, ¿a quién le importa?.
Hoy casi todos los políticos se han olvidado de una cosa que es muy necesaria y que debería ser obligatoria por Ley: La ética política. No tienen nada de eso porque creo que no la han conocido. Por contra, sí tienen dinero y poder para sobornar a quien sea con tal de sacar información basura y barriobajera que hunda la credibilidad de algún político de la oposición (aún a costa de su familia directa) a través de chivatazos que obtienen de periodistas, funcionarios de juzgados, ayuntamientos, simpatizantes, etc.; que se llevan sus buenas perras por la información. Difama que algo quedará, en un país que primero eres culpable y después si eres inocente, si te vi no me acuerdo brillando por su ausencia la presunción de inocencia. Ah!! ¿que para eso están las Comisiones de investigación del Congreso y del Senado?. Vaya pantomima que solo sirve para tirarse mierda unos a otros. Vaya Teatro. ¿Y los juzgados y fiscales que papel tienen en todo esto? Porque es ahí donde se deben denunciar estos casos si realmente los hubiera.
A nuestros políticos les falta ética (y vergüenza) política, que es la disciplina de la filosofía referida a la conducta humana y su relación con las nociones del bien y el mal, aplicado a las personas que trabajan para los demás, como son los políticos. Pero claro de eso, nada de nada.
“En una sociedad en la que los casos de corrupción en cargos públicos están a la orden del día, parece más necesaria que nunca la formación en ética política porque, según la consideración de los expertos, la práctica de la política sin ella pierde totalmente su función de servicio público. El origen del término se remonta a la antigua Grecia, puesto que son los filósofos clásicos Platón y Aristóteles quienes relacionan estos dos conceptos: ethos y polis. Es en ese momento cuando la política es considerada el arte del bien común y la ética, la acción que persigue el bien y las relaciones con la moral de las personas". (fuente UNIR, Universidad en internet).
¿Tienen ética nuestros políticos? Entiendo que no mucha. Pero no es por nada, sino como he dicho antes, algunos no la han conocido nunca. Y añado vergüenza, que también se adolece, porque da desazón escucharles en las ruedas de prensa. Aquí lo que vale es empujar todo lo que se pueda -y te dejen- para sacar de la foto al que estorba y ponerme yo. No les interesa lo que piense la gente ni los problemas cotidianos. Solo les interesa el poder absoluto, el dinero, el estatus, la tarjeta visa, el coche con chófer, los hoteles gratis, el móvil última generación, la tablets y ,lo más importante, un sueldazo de aúpa con sus correspondientes aumentos cada año, suban o no las pensiones. Y eso trasládenlo también a determinados alcaldes que ganan más que un ministro.
Esta vez, desde mi azotea, estoy harto de algunos políticos, porque quién no hace nada, excepto poner palos en la rueda del que intenta hacer algo, no solamente es un mal dirigente, sino una mala persona. Que se vayan a su casa de una vez. Sobran espabilados y sinvergüenzas. Faltan políticos de talla, de altura, que trabajen y luchen por sus ciudadanos. Que cada uno se refleje en este artículo con el partido que deseen. Spain is different, que dijo D. Manuel Fraga Iribarne. Y tan diferente.