La comparsa de Fran Quintana ha alcanzado por segundo año consecutivo la penúltima fase del concurso y en esta ocasión desembarcó en el Falla con la misión de hacer un buen papel para mantenerse en la pelea de volver el viernes hasta última hora.

El primer pasodoble cantado, como todos, con mucha rabia contenida, defendió la lucha del Pueblo andaluz y animó a los obreros a no rendirse jamás. El segundo, en cambio, fue un canto a la educación pública, que no se debe sentir inferior frente a la privada.

Los cuplés fueron, ambos, al tipo. El primero, para unos altavoces sumergibles que les sirven de ayuda para pescar. El segundo, para la preparación que atesoran.