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El jardín de Bomarzo

El carrusel de septiembre

Díaz quiere aislarse de la presión que significa confeccionar gobierno atendiendo a las exigencias de los secretarios provinciales, convocados por ella para este sábado y que en este partido mandan y mucho

Recuerdo de chaval ese primer día tras las largas vacaciones de verano que acudías a clase con una mezcla de fastidio por el derrumbe de la vida plácida y, también, con cierto interés por ver los rostros de compañeros y amigos, intercambiar anécdotas, ponerse al día, volver a la rutina de una vida estudiantil que es, lo sabes luego, la mejor de todas, todo ello bajo ese cielo melancólico que siempre me pareció ver bajo el manto de septiembre. Mes donde uno vuelve a coger las riendas que dejó flácidas ante el apretón de sol e inicia curso prometiéndose cumplir cosas importantes como hacer dieta para sacarse los kilos del verano, ponerse en forma porque de pronto la vida sana es lo que más importa, dejar vicios como el tabaco, para quien consuma, o el alcohol o la bollería rellena industrial o los barbitúricos para, en definitiva, ser mejor en todo. Como es mes para iniciar cosas, otros coleccionan estupideces por fascículos a un euro la entrega y, todo, hasta que llega octubre y esa fiebre por cambiar de vida se detiene hasta el próximo año, dejando muy a las claras que somos tan bien intencionados como olvidadizos. Situado pues, descansado y, sobre todo, comprometido y dispuesto, arranco.

Oh! Susanna. Ese ha sido el clamor esta última semana en torno al hermetismo de la nueva y flamante presidenta de la Junta sobre la confección y nombramientos de su primer gobierno, lo que se prevé suceda el lunes convocando plenario de la ejecutiva y posterior rueda de prensa anunciando gobierno y ello si resiste las presiones de las provincias, que durante estos días andan comiéndose, más que las uñas, los codos, sobre todo porque la dama en cuestión no ha parado de restar importancia a las cuotas territoriales que representan las provincias y que eso sea así lo piensan sobre todo aquellas que, como Sevilla, tiene cuatro o cinco consejeros, no tanto las otras como, por ejemplo, Cádiz, que no tiene ninguno y que claramente opta –dicen que Barrios, aspirante destacado al nombramiento, tiene dispuesta la colección de corbatas innatas al cargo. López Gil seguirá donde está, parece, e Irene García estudia datos, conversa, saca conclusiones, otea el horizonte, olfatea el entorno, disfruta con las quinielas, hace punto…-. Díaz quiere aislarse de la presión que significa confeccionar gobierno atendiendo a las exigencias de los secretarios provinciales, convocados por ella para este sábado y que en este partido mandan y mucho porque son ellos los que luego dirigen los apoyos en situaciones como la próxima y cercana elección de secretario general una vez que José Antonio Griñán se borre del cargo y a él aspire Díaz, que se lo queda todo. Griñán, la verdad, parece un sombra de sí mismo en este lánguido marchitarse, un hombre afectado por todo y deseoso de apagar cuanto antes el foco que le alumbra, hastiado. Solo en medio de la multitud.
La política es como un carrusel de feria, dicen veteranos de la cosa. Puedes ir en el caballito principal blanco tipo corcel que sube y baja y te da esplendor y protagonismo como rey de la atracción o hacerlo dentro del bus de miniatura con otros dos en cabina tocando el claxon, o de copiloto en la lambretta, o colgado del ala del avioncito que sube y baja y golpea pelotas, pero siempre has de ir subido al carrusel y dando vueltas, buscando huecos, atento, optando a mejorar posición. Porque si te bajas, voluntaria o por un despiste, mueres. Y dejas de ser una opción, entre otras cosas porque te conviertes en invisible y ya no es posible volver a subir porque los del carrusel no te lo van a permitir.
Griñán se ha bajado y Susana monta ahora el corcel blanco y remodela la atracción repartiendo asientos, mientras el tiovivo imaginario mío de hoy sigue dando vueltas acompasado por un discurso político como música de fondo que, sinceramente, resulta sonrojante para la inteligencia cuando ésta toma el mando y analiza y compara lo dicho desde el atril con el entorno. Pero esa es otra cuestión.
En el PP, mientras, llevan mucho tiempo haciéndolo pero estos días con especial saña. Lo de matarse. Con la que ha caído en la Junta este verano a cuenta del relevo inesperado, exprés y, como ya dije, escrito por capítulos, la cúpula dirigente del PP andaluz no convocó ejecutiva regional hasta hace unos pocos días y durante todo el proceso se ha limitado a lanzar frases hechas, muy usadas y que en nada han conmovido ni a la opinión pública ni a los coordinadores generales de la sucesión, que a estas alturas opinan el chollo que les ha tocado con esta oposición que más que otra cosa lo que traslada es su hartura de ocupar ese espacio. Del candidato popular nada más se supo salvo lo que lo escrito aquí antes de agosto y por tantos otros apuntado sobre las preferencias para que sea Miguel Arias, quien está haciendo lo que debe que es negarlo primero, posicionarse y esperar, mientras que Zoido y los suyos, que cada vez son menos, estarían encantados con que fuese Nieto, alcalde de Córdoba, que por su cuenta y riesgo y públicamente se ha borrado del proceso como si alguien alguna vez y de manera oficial le hubiese invitado a ser partícipe del mismo.

Sondeando el ambiente. Este mes de septiembre, además, traza el ecuador de legislatura y ante eso analistas y entorno miden situaciones en cuanto a estados de opinión para interpretar como están las opciones en ámbitos como municipal, provincial y autonómico. Lo que vienen siendo encuestas, esas que a todo el mundo del gremio pone cardíaco y que entre pasillos se convierten en las protagonistas de toda conversación de bajo tono. El caso es que haberlas las hay, de unos y de otros, y en resumen vienen a decir que quien gobierna, salvo algunas damas con la gracia divina de ser queridas por sus pueblos, se desgasta y que el PP sufre caída general de adeptos, lógica, el PSOE se mantiene donde estaba con más o menos dificultad y según el sitio, IU asciende con lo que su socio de orilla no termina de recuperar, UPyD crece por donde se desangra el PP, sobre todo en capitales, y el PA anima sus porcentajes al alza. Lo cual arroja en situaciones como, por ejemplo, Cádiz, donde la Diputación está hoy realmente dividida, tanto que las dos formaciones líderes lo saben y saben que esa será la gran batalla a disputar de aquí al final. Jerez y Algeciras, en esto, claves. Y claves también serán las designaciones de candidatos de unos y otros porque esos mínimos porcentajes que bailan pueden determinar el diputado que, al final, coloree el sentido de la Diputación. El PSOE sabe lo que es tener el control de la misma y sabe lo que es perderla y, sinceramente, la diferencia es brutal, por lo tanto el clamor interno es tomarse muy en serio eso de recuperarla y, tal vez, en la importancia de este asunto sea en lo único que coincide con un PP que la ha saboreado y no quiere perderla y que en la tarde del jueves celebró en Jerez ejecutiva provincial para que cada uno leyera su informe y en un ambiente cordial se escenificara el arranque de curso político.

Septiembre. Como decía, es mes donde comienzan cosas, se cambian otras, se toman decisiones, se marcan objetivos. Y uno promete ser mejor de lo que fue, comer sano, convertirse de por sí en un espacio sin humos, embutirse en licra a diario para retar a Usain Bolt a los cien lisos en tres semanas. Propósitos de enmienda. Mejor tenerlos que ni siquiera eso, lo cual me lleva a pensar que bueno sería trasladarlos a esta vida pública donde la mediocridad, con perdón, va extendiéndose como una mancha imparable que todo lo inunda. Tal vez este curso sea el del cambio para bien, tener buena esperanza también es muy de este mes y yo, por mi parte y con ese espíritu, aperturo la verja de este jardín de nuevo en la idea de contar lo mío sin otra pretensión que darle soltura al hobby, contar lo que deba sin dejarme empujar más de la cuenta, fidelizar a quien me lo permita y hacerlo todo solo a través del dardo en la palabra y sin la necesidad de que la nicotina alimente la chispa para acertar con el adjetivo adecuado. Que me he quitado. Cosas de septiembre. ¿Octubre? Queda, para todo, lejos.

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