Ante la polémica surgida en Lebrija en relación a un ejemplo puesto sin mayor intencionalidad por la primera teniente de alcalde, Leocadia Benavente,, en una sesión plenaria para explicar el por qué en El Puerto se iba a activar la zona naranja en la playa de Valdelagrana, quiere pedir disculpas a todos los ciudadanos de Lebrija que se hayan podido sentir ofendidos o agraviados por su comentario, que sólo trataba de aclarar la necesidad de que el visitante a nuestras playas contribuya aunque sea en una ínfima parte a sufragar el cuantioso coste que supone su mantenimiento, sobre todo si se quiere ofrecer un turismo de calidad.
Benavente insiste en que siente mucho la mala interpretación que se ha dado de sus palabras y que, por supuesto, comprende que muchos lebrijanos se hayan sentido incómodos ante el ejemplo si se saca de contexto.
De hecho “cualquier persona que hubiera seguido el transcurso del Pleno municipal en el que se aprobaba la tasa reguladora del aparcamiento en Valdelagrana, entendería perfectamente que no se usó ningún término descalificativo”, aclara Benavente.
Leocadia Benavente continúa explicando que “sólo pretendía explicar la necesidad de que quién visita nuestro litoral y utiliza los servicios que en las playas portuenses se prestan deben contribuir econonómicamente a su mantenimiento”. Una aportación que los ciudadanos y residentes de El Puerto ya están realizando a través de sus impuestos.
El mantenimiento de las playas implica un gasto diario muy importante para las arcas municipales. Una realidad que en los tiempos de crisis se hace más latente. El Puerto invierte más de tres millones de euros para poder ofrecer unas playas de calidad tanto para los portuenses como para todas aquellas personas que lo visitan. Sufragar los gastos que generan el servicio de Protección Civil, salvamento, socorrismo, ambulancias dotadas con UVI móvil, duchas, limpieza, recogida selectiva de la basura, policía de playa o megafonía, entre otros, sólo con la aportación de los portuenses se hace insostenible cuando son muchísimas más las personas venidas de otros lugares las que las utilizan, que si vienen con la comida desde casa, ni siquiera reactivan la economía de la hostelería de la zona.
Esta situación, señala la edil, es la que se trataba de argumentar en la reunión del Pleno municipal, sin por supuesto considerar que un ejemplo hubiera podido suscitar una reacción como la acontecida.
Por último, Leocadia Benavente lamenta de veras la mala interpretación de un comentario que fuera de contexto puede parecer peyorativo, pero que en ningún momento ha sido así. Una explicación y disculpa que trasladará personalmente también la alcaldesa de la localidad.
