La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha alertado de que los sistemas de pensiones a nivel global tendrán que elegir entre incrementar las cotizaciones de los trabajadores, elevar la edad de jubilación o reducir las pensiones para su mantenimiento, según se desprende del informe bienal 'Pensiones de un vistazo', publicado este miércoles.
"Poner las pensiones en un rumbo sólido para el futuro requerirá de dolorosas decisiones políticas: o pedir que se pague más con las cotizaciones, trabajar más [años] o recibir pensiones más bajas. Pero estas decisiones también serán dolorosas porque las reformas de las pensiones están entre las más contenciosas, menos populares y potencialmente peligrosas", ha indicado la OCDE en el documento. Estas recomendaciones son a nivel general para todos los miembros que conforman la OCDE, pero no se refieren a ningún país en concreto.
El organismo ha recordado que, aunque todos los esfuerzos políticos hayan estado enfocados en la pandemia los dos últimos años, "el desafío a largo plazo para las pensiones sigue siendo proporcionar pensiones financiera y socialmente sostenibles en el futuro".
En el contexto de la pandemia, la institución con sede en París ha destacado que los pensionistas no hayan sentido el impacto económico de la pandemia en sus ingresos, aunque ha alertado de que los sistemas de pensiones en sí se han encontrado con nuevas "presiones financieras" como resultado de las menores contribuciones. En cualquier caso, la OCDE también considera que este impacto puede ser de corto recorrido si la recuperación económica observada en la mayoría de países en los últimos meses se sostiene en el tiempo.
De igual forma, la principal receta que considera la OCDE es que los países incorporen soluciones a los desafíos "más urgentemente estructurales" para los sistemas de pensiones como parte de sus planes de recuperación nacionales. En este sentido, los estabilizadores automáticos deberían ser una "herramienta esencial".