En conversación telefónica con EFE, José Valverde, esposo de la fallecida, ha dicho que el cadáver de la diplomática se encuentra en la morgue de la Minustha y que la identificación por el cónsul, amigo del matrimonio, le parece suficiente como para confirmar el fallecimiento.
Valverde y el hijo del matrimonio, Bruno, de 19 años, se encuentran en Santo Domingo, donde llegaron junto a varios ciudadanos europeos, después de que se registrara la catástrofe.
En cuanto a la repatriación de los restos de Juárez Boal, su esposo ha indicado que, posiblemente, regresen a España en el avión en el que viaja la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien analizará sobre el terreno las necesidades de la población tras el terremoto, según el Gobierno.
En el mismo avión podría viajar él mismo y el hijo del matrimonio aunque ha reconocido que, cuando todo comience a volver a la normalidad, tendrán que regresar para recoger los objetos personales.
Valverde ha asegurado que se encuentra con mucha fortaleza y mucha paz interior, después de largos días de búsqueda de su esposa, ya que incluso llegó a repartir fotografías por los hospitales, y ha seguido criticando la gestión de la crisis por parte de los países cooperantes.
Después que horas antes reclamara un órgano colegiado para organizar la distribución de las ayudas, José Valverde ha explicado que "llevamos cinco días y no son capaces de poner gasolina, coches, logística, llevar comida y recoger cadáveres, que los tiran como si fueran cleenex".
Asimismo, el esposo de la diplomática fallecida, se ha solidarizado con el pueblo haitiano y ha expresado su "sentimiento profundo de amistad y cariño por este sufridor pueblo que debe salir de esa agonía y de esa tristeza, de esa manera de entender la vida que nos impone la locura de no tener gestores adecuados"
Pilar Juárez Boal era miembro de una larga familia vinculada con el municipio de La Granja (Segovia), de cerca de cinco mil habitantes, donde pasaba temporadas de descanso.