El Rey iniciará este lunes 21 de agosto en el Palacio de la Zarzuela su ronda de consultas para designar candidato a la investidura, y por primera vez tendrá que elegir entre dos aspirantes que se postulan para asumir el encargo: Alberto Núñez Feijóo, del PP, que se reivindica como ganador de los comicios del 23 de julio, y el socialista Pedro Sánchez, que se considera el único capaz de sumar apoyos para superar la votación en el Congreso.
Tras la constitución de las Cortes, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, acudió el viernes a Zarzuela para informar al Jefe del Estado de la sesión constitutiva y para proporcionarle la lista de partidos que habían mostrado su disposición a participar en la ronda de consultas.
A las pocas horas, la Casa del Rey dio a conocer el programa de esta ronda de consultas, la novena de este tipo que lleva a cabo Felipe VI desde su proclamación. Va a ser una serie de audiencias de sólo dos días, ya que sólo participarán siete formaciones, pues otras cuatro han declinado acudir (ERC, Bildu, Junts y BNG) y además Yolanda Díaz irá en representación de los ocho partidos de Sumar.
Como es habitual, la lista de partidos se ha ordenado de menor a mayor respaldo obtenido en las elecciones generales. Así, la ronda se abrirá a las 10.30 horas del lunes con el presidente de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Javier Esparza, la formación foral que logró un escaño en el Congreso y que tiene comprometido su apoyo a la candidatura de Alberto Núñez Feijóo.
Hora y media después está citada la diputada de Coalición Canaria, (CC), Cristina Valido, que está abierta a negociar con cualquiera de los dos aspirantes, y a las 16 horas será el turno del portavoz del PNV, Aitor Esteban, que representa a cinco diputados y que sólo contempla hablar con el PSOE.
La primera jornada de consultas la cerrará la líder de Sumar, la vicepresidenta Yolanda Díaz, que acudirá a Zarzuela a las 17.30 horas del lunes en representación de los 31 diputados logrados el 23J.
Sumar es una coalición que tiene diputados de ocho partidos distintos (Sumar, Podemos, En Comú, IU, Compromís, Más Madrid, Més per Mallorca y Chunta Aragonesista), pero en esta ocasión sólo tendrán una voz ante el Jefe del Estado, la de su líder.
En ocasiones precedentes, cuando se presentaban como Unidas Podemos, los distintos integrantes de la coalición tenían su hueco en la ronda de consultas de Zarzuela y por allí desfilaban Podemos, En Comú-Podem, Izquierda Unida y hasta Galicia En Común (representada por la propia Yolanda Díaz), además de otras formaciones como Más País y Compromís.
El Rey retomará a las 10.30 horas del martes la ronda de consultas con el presidente de Vox, Santiago Abascal, en representación de los 33 diputados de la formación. A principios de mes ofreció su apoyo gratis a Alberto Núñez Feijóo, pero la decisión el PP de no cederles votos para entrar esta semana en la Mesa del Congreso ha enfriado las relaciones entre ambos y ahora Vox deberá aclarar al Rey si mantiene su respaldo.
A las 12 horas será el turno del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y ya por la tarde, a las 16.00 horas, acudirá el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como candidato más votado y con más escaños.
Son los dos aspirantes que se muestran dispuestos a recoger el encargo del debate de investidura. Alberto Núñez Feijóo, como ganador de las elecciones del 23 de julio y con 171 votos atados (PP, Vox y UPN), y Pedro Sánchez, que se ve capaz de tejer alianzas para superar la votación, como ya consiguió el jueves para hacerse con la mayoría en la Mesa del Congreso.
El artículo 99 de la Constitución establece que, "después de cada renovación del Congreso de los Diputados, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno".
Por tanto, la Carta Magna no determina que deba ser candidato el ganador de las elecciones, simplemente relata que será investido presidente quien logre la confianza del Congreso, sea en una primera votación con mayoría absoluta o en una segunda con más votos a favor que en contra.
Por tanto, es el Congreso quien elige al nuevo presidente del Gobierno, pero es el Rey el que decide quién se someterá al debate de investidura. Hasta ahora, la decisión era sencilla y había un único candidato sobre la mesa, el más votado en los comicios, y otra cosa es que después su candidatura prosperase o no en la votación del Congreso.
Sólo un vez, en enero de 2016, el ganador de las elecciones comunicó al rey que renunciaba a ser candidato al considerar que no tenía votos suficientes: Mariano Rajoy. Ello obligó al jefe del Estado a organizar una segunda ronda de consultas y acabar dando la oportunidad a quien quedó segundo, Pedro Sánchez, que no logró ser investido.
Ante la indeterminación, esa ronda de consultas cobra especial relevancia, pero cuatro de los partidos con los que cuenta Pedro Sánchez se han borrado de la lista y no piensan acudir a Zarzuela a informar de sus planes.
Se trata de los independentistas de Esquerra Republica (ERC), Bildu y Junts, así como los nacionalistas del BNG, partidos que no reconocen la autoridad política del Jefe del Estado y que, en el caso de las formaciones catalanas, mantienen un boicot a Felipe VI desde su discurso tras el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Con la información que le hayan trasmitido los representantes políticos en la ronda de consultas, el Rey volverá a llamar a Zarzuela a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, para comunicarse su decisión, el nombre del candidato que propone para someterse al debate de investidura.
A partir de ahí empezará la cuenta atrás para organizar el debate de investidura, aunque no podrá ser antes del 28 de agosto, que es cuando la Mesa del Congreso certificará el listado de grupos parlamentarios de la XV Legislatura, un trámite del que dependen ERC y Junts, que no cumplen los requisitos que establece el Reglamento para su formalización.
En caso de bloqueo político, la fecha de la primera votación del debate de investidura es clave, ya que determinará el día que en que celebrarían unas nuevas elecciones generales. En concreto, si la primera investidura fallida se vota el 30 de agosto, una eventual repetición de elecciones tocaría el 17 de diciembre, pero si se retrasa, ya tocaría votar en Navidades si al final pasan dos meses sin que nadie sea elegido presidente.