Una falsa alarma sobre la supuesta rotura de una represa y de saqueos generalizados aumentaron el caos en las ciudades del estado de Río de Janeiro.
Una falsa alarma sobre la supuesta rotura de una represa y de saqueos generalizados aumentaron ayer el caos en las ciudades del estado de Río de Janeiro castigadas en los últimos cuatro días por lluvias y deslizamientos de tierras que han causado al menos 511 muertos, informaron fuentes oficiales.
Decenas de habitantes y hasta socorristas en Nueva Friburgo, una de las ciudades más afectadas por la tragedia, reaccionaron con pánico a un rumor sobre la ruptura de una represa situada a pocos kilómetros de la ciudad.
La falsa noticia y las advertencias de que las aguas podían inundar el municipio se propagaron rápidamente y hasta los fusileros navales que ayudan en el rescate llegaron a pedirle a diferentes personas que buscasen refugios en lugares elevados.
Pese a que la alcaldía desmintió la información, los militares abandonaron sus lugares y algunas edificaciones oficiales fueron evacuadas. Hasta algunos funcionarios llegaron a bloquear el paso en una importante carretera, incluso de los vehículos de apoyo de los socorristas, ante el temor de que las personas se dirigieran hacia la supuesta área inundada.