Han logrado hablar con la responsable de Educación en esta materia. “Nos han dicho que la Administración está sufragando los gastos, abonando una partida al colegio aunque la realidad es que llevo tres años costeando a un traductor para que mi hija no se quede atrás”, explica María José Abad, la madre de la niña afectada.
La legislación vigente potencia el uso del lenguaje de signos en todos los centros educativos. Desde Aciso, sin embargo, consideran que se habla de “igualdad de oportunidades” en el tratamiento a este colectivo aunque “tan sólo un cuatro por ciento de sordos consigue un título universitario en nuestro país”.
Intérpretes para los niños
Aciso ha reclamado a la Junta que se encargue de prestar servicios de intérpretes en las aulas, pues de ello depende el éxito o fracaso escolar de este colectivo, especialmente en los primeros años de aprendizaje, y es que influirán notablemente en el desarrollo de la capacidad del estudiantes.
Es precisamente por esta falta de recursos, en la primeras etapas de estudio, por lo que cerca de un 60% del total de las personas con alguna discapacidad auditiva que hay en nuestra comunidad no sabe leer ni escribir. Por ello, la mayoría no logra terminar Primaria con éxito.
Otra paradoja que se da en este asunto es que la legislación sólo contempla la obligatoriedad de los profesores intérpretes en la educación secundaria. Sin embargo, durante la etapa primaria carecen de ellos, o sólo tienen profesores itinerantes, que les dan alguna lección al día, pero que resulta claramente insuficiente para el desarrollo de los menores con estos problemas de audición.