Después de una intensa jornada electoral en la que el PSOE se ha llevado un gran varapalo en Andalucía, la Diputación de Sevilla se ha convertido en una de las pocas que han logrado mantener los socialistas y donde se han producido menos cambios en su configuración política.

Tal y cómo se esperaba, aunque por la mínima, el PSOE seguirá liderando la Diputación sevillana al lograr 16 de los 31 diputados provinciales con el 99,51 por ciento del escrutinio, auque ha perdido cuatro representantes en relación a los anteriores comicios locales de 2007.

Por su parte, el Partido Popular, como segunda fuerza política más votada, ha ganado peso y ha logrado recortar distancias con los socialistas.
Con el 99,51 por ciento de los votos escrutados el partido más votado en las elecciones municipales continúa siendo el PSOE, con el 36,43  de los votos y 16 diputados provinciales (ha obtenido cuatro menos que en los anteriores comicios), seguido por el PP con el 34,53% de los sufragios que le dan 10 representantes en la Diputación, cuatro más que en las elecciones de 2007 (ha subido de tres a cuatro).
Las encuestas más favorables señalaban una pérdida de tan sólo dos ediles para el PSOE, con lo que es evidente que los malos resultados a nivel nacional también han pesado en Andalucía.

Mayor participación
Por su parte, IULV-CA, que repite prácticamente el porcentaje de voto que obtuvo en 2007, consigue el 13,43 por ciento de los votos y cuatro diputados provinciales, seguido del PA, que con el 7,20 por ciento de los sufragios y un representante, han superado muy levemente el siete por ciento, porcentaje muy similar logrado en los anteriores comicios.

Con respecto a los ciudadanos que han acudido a las urnas, los datos obtenidos son más que positivos ya que la participación ha alcanzado el 66,27 por ciento, es decir, seis puntos más que en las elecciones del año 2007, y el número de votantes, con el total del recuento (al cierre de esta edición se había escrutado el 99,51 por ciento de los votos) rozará el millón de electores.

Otro dato significativo es que los votos en blanco han aumentado espectacularmente con respecto a 2007, hasta alcanzar el 2,40 por ciento de los sufragios emitidos.

Los votos nulos también se han multiplicado hasta pasar del 0,64 por ciento de las elecciones de 2007 hasta el 1,77 de los comicios del 22 de mayo.