El técnico departe con el cineasta Fernando Trueba sobre el futuro
El entrenador del FC Barcelona, Pep Guardiola, manifiesta en una conversación con el director de cine Fernando Trueba que no hay día en el que no piense que puede dejar el banquillo blaugrana al día siguiente, lo que le hace esforzarse, y asegura que le "angustia" pensar en qué hará en un futuro lejano.
En 'Conversaciones sobre el futuro', una nueva campaña promocional de Banc Sabadell, Guardiola y Trueba departen sobre sus planes de futuro en una conversación a caballo entre el fútbol y el cine, con preguntas y reflexiones interesantes de ambos.
"No hay día que no piense que mañana me voy. Creo que en los sitios donde uno dirige algo tiene que estar siempre con la idea de que mañana se puede ir. Trabajo mejor pensando que tengo la libertad para decidir mi futuro, los contratos de mucho tiempo ligados, y que estando a disgusto tienes que seguir estando, me angustian mucho", aseguró.
Son dieciocho minutos de reflexiones, en blanco y negro, en los que el técnico blaugrana reitera y defiende su convicción de que necesita sentirse importante para liderar, en su caso, al vestuario blaugrana, y bromea sobre lo mayor que se siente al compararse con sus jugadores y recordar su etapa como futbolista.
"Soy incapaz de planear algo a más tiempo de medio año o un año, me canso. Me es imposible. Sí que planeo, que es lo más divertido de mi profesión, qué pasará en el partido, soñar qué va a pasar. Con Messi sucede a menudo", bromeó en cuanto a la genialidad del argentino para llevar a cabo los planes de Guardiola.
Como ya hiciera al recoger la Medalla de Honor del Parlament de Catalunya, Guardiola aseguró que lo que más le motiva, lo que es el "motor" de su día a día, es planificar los partidos. "Hemos pervertido el juego del fútbol. Es un negocio del que mucha gente vivimos, pero lo que da sentido a mi profesión es que es un juego, con las armas de cada uno. Planear cómo hacerlo, es el motor de mi día a día", aseveró.
También desveló el técnico uno de los secretos para gestionar el vestuario; tratar a cada jugador cómo más convenga para el bien del equipo. "No todos son iguales, a cada uno para sacarle lo mejor tendrás que invitarle a comer, a otro reunirte en el despacho, a otro no le hables de tácticas... Es qué decirle o engañarle, seducirle, para llevarlo a tu terreno y conseguir lo mejor de él para el bien del grupo", sentenció.