“Estoy seguro de que el PSOE no va a perder en la provincia”, decía la semana pasada el secretario provincial del PSOE y número dos al Congreso, José Antonio Viera, que se aferraba a una provincia que ha impedido que el PP tiña de azul, por primera vez las ocho provincias andaluzas.
Aunque ayer al PP le bastó, y no es poco, con su primera victoria en unas Generales en Andalucía para que en el balcón de la sede regional de la calle San Fernando se viviera una auténtica fiesta, en la que el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, hizo de telonero de Javier Arenas, líder del PP andaluz y que, ahora más que nunca, ve posible llegar a la presidencia del Gobierno Andaluz.
A pesar de conseguir una nueva victoria por Sevilla, la sede del PSOE acogió una celebración casi inexistente y con sabor amargo, que no impidió al número uno al Congreso, Alfonso Guerra, sacar pecho con los resultados: “Nos llena de satisfacción ganar por undécima vez las elecciones; he derrotado a ocho candidatos diferentes del PP”, dijo el histórico líder socialista tras conocer los resultados. Pero Alfonso Guerra no pudo evitar experimentar un “sentimiento doble” ante la debacle de su partido a nivel nacional.
Por su parte, el candidato de IU, José Luis Centella, manifestó que la federación de izquierdas ha experimentado un notable crecimiento en Andalucía “derrotando a los bloqueos y a todo lo que ha estado en nuestra contra”.
En la capital, UPyD, tercera fuerza
En Sevilla ciudad se repite la tónica del resto de España. El PP consiguió imponerse con un 44% de los votos, 168.791, frente al 36% del PSOE, que pierde alrededor de 71.000 apoyos respecto a las Generales de 2008. Pero la sopresa de la noche la protagonizó UPyD. El partido de Rosa Díez consiguió desbancar a Izquierda Unida como tercera fuerza más votada, aunque por un estrecho margen de 5.000 votos.
El Partido Andalucista, con algo más de 7.000 papeletas, consiguió un ligero ascenso respecto a hace cuatro años, cuando concurrió como Coalición Andalucista.
Significativo aumento de los votos nulos, que se han visto duplicados, pasando de 6.170 en 2008 a 12.234. También han aumentado los votos blancos, que pasan de 12.019 a 13.316. La abstención se situó en 27.82 puntos, un punto y medio superior respecto a 2.008.