El juez de la Corte del Distrito de North Shore en Nueva Zelanda, David McNaughton, ha ordenado la puesta en libertad del fundador de la página
El juez de la Corte del Distrito de North Shore en Nueva Zelanda, David McNaughton, ha ordenado la puesta en libertad del fundador de la página de intercambio de archivos Megaupload, Kim Schmitz, también conocido como Kim Dotcom, al considerar que no existe riesgo de fuga, según ha informado la cadena de televisión TVNZ.
Schmitz permanece detenido desde que el pasado 19 de enero el FBI estadounidense procedió a la clausura de Megaupload en el marco de una operación contra la piratería en Internet que se saldó con la detención de otros siete responsables de la compañía.
El magistrado rechazó anteriormente la solicitud de puesta en libertad presentada por los abogados del fundador de Megaupload al considerar entonces que sí existía un claro riesgo de que se fugara del país para evadir la acción de la justicia y el proceso de extradición a Estados Unidos, incluso si era obligado a comparecer regularmente ante la Policía.
Kim Dotcom y otros tres responsables de Megaupload fueron detenidos en enero en la mansión que el fundador de Megaupload tiene alquilada en Coatesville, en Auckland, en cumplimiento de una solicitud cursada por el FBI. Los otros tres detenidos, Mathias Ortmann, Bran van der Kolk y Finn Batato, también serán puestos en libertad bajo fianza.
El fundador de la página de intercambio de archivos tiene que comparecer este miércoles ante el tribunal que dirimirá si es extraditado a Estados Unidos. Kim Dotcom fue detenido a finales de enero en el marco de una operación contra la web 'Megaupload' que se saldó con el cierre de la página y órdenes de arresto contra siete personas que habían sido imputadas por actividades de piratería.
Un gran jurado de Virginia acusó el pasado 5 de enero de delitos relacionados con la propiedad intelectual y el blanqueo de capitales a siete responsables de la web, cargos por los que podrían ser condenados a décadas de cárcel. Sólo los cargos de conspiración para blanquear dinero y conspiración mafiosa contemplan penas de hasta 20 años de prisión.