El diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) Gaspar Llamazares va a registrar una solicitud de comparecencia para que el ministro de Defensa, Pedro Morenés, acuda a dar explicaciones sobre el caso de la capitán Zaida Cantera, quien en 2012 logró que condenaran a un coronel al que había denunciado por acoso sexual y ahora ha solicitado la baja de las Fuerzas Armadas, y también sobre qué medidas se están adoptando para prevenir casos como el de ella.
Para el diputado, es "fundamental" que el Ministro indique "cómo se va a corregir una institución cuya disfunción se debe a cuestiones estructurales y que sirva para abrir un debate en el que se aborde de manera definitiva un proceso de mejora democrática que contribuya a la erradicación del acoso y el abuso de poder en la institución".
Llamazares se une así a la petición de comparecencia que ya presentó el PSOE la semana pasada, después de que el diario 'El País' publicara que la capitán ha dirigido un escrito al Mando de Personal del Ejército en el que solicita la apertura de un expediente sobre insuficiencia de facultades profesionales, primer paso para darse de baja en las Fuerzas Armadas, en las que ingresó en 1997.
Zaida Cantera denunció a su superior, el coronel Isidro José de Lezcano-Mújica, quien más tarde, en 2012, fue finalmente condenado a dos años y diez meses de prisión, si bien después de eso una serie de sucesos llevaron a la capitán a denunciar a cuatro mandos por persecución laboral. Según asegura ella misma, su situación en el Ejército se ha vuelto "insostenible" y ello le ha llevado a iniciar el proceso para dejar las Fuerzas Armadas.
DÉFICITS DEMOCRÁTICOS
El diputado de IU por Asturias considera que, "aunque se han producido avances en la modernización" de las Fuerzas Armadas, "persisten déficits democráticos, procedentes de la dictadura y apenas modificados en la transición, que acarrean daños dramáticos" como, a su juicio, ha ocurrido con los casos de la capitán o del teniente Luis Gonzalo Segura, sancionado tras escribir una novela sobre presuntas corruptelas en el Ejército.
"Las Fuerzas Armadas, en tanto organización anclada en la cadena de mando, constituye una institución opaca para los ciudadanos, con códigos de honor, prácticas, hábitos y rituales recibidos de sociedades jerárquicas que nada tienen que ver con sociedades democráticas, cuya transparencia y normalización han sufrido un retroceso con el último Gobierno", opina Llamazares.
A su juicio, esto se demuestra, por ejemplo, con el proyecto de Ley Orgánica de Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas, en el cual "apenas" se ve alterada la "estructura disciplinaria para casos de sanciones muy graves".
"Frente a la pretendida modernización de la institución vivimos una involución democrática en toda regla. Será difícil la entrada de la democracia y la transparencia en esta institución si seguimos el retrógrado camino impuesto por el PP, algo que, estando en el siglo XXI, ninguna democracia moderna debería permitir", afirma.
