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Miércoles 06/11/2024
 

España

El Pacto de Toledo entra en su recta final para cerrar un consenso

Un documento que será muy parecido al que no pudo aprobarse en febrero de 2019

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  • José Luis Escrivá. -

 La comisión parlamentaria del Pacto de Toledo entra esta semana en su recta final para cerrar un consenso sobre las recomendaciones que trasladarán al Gobierno para garantizar la sostenibilidad y suficiencia del sistema de pensiones, un documento que será muy parecido al que no pudo aprobarse en febrero de 2019.

Los portavoces de los partidos políticos del Pacto de Toledo están ultimando las últimas propuestas y varias fuentes parlamentarias señalan a EFE que "el trabajo está muy avanzado" y hay "un colchón de consenso".

Y es que los portavoces valoran el talante negociador de la exministra de Trabajo y Seguridad Social Magdalena Valerio, que como presidenta de la comisión ha conseguido acercar posiciones para aprobar un paquete de recomendaciones que complazca a derecha e izquierda y entre las que destaca la recomendación segunda que garantiza la revalorización de las pensiones según el IPC real.

Esta propuesta, pactada en la anterior Legislatura por todos los partidos menos ERC, fue el principal caballo de batalla durante más de dos años, aunque para cuando se firme habrán pasado ya cuatro años desde que en 2016 se iniciaran los trabajos del Pacto de Toledo.

El PSOE ha buscado la unanimidad de cara a una votación que previsiblemente tendrá lugar en los próximos días.

Todas las formaciones políticas se han mostrado dialogantes desde que retomaran el análisis de las recomendaciones en julio, aunque fuentes cercanas al Pacto afirman a EFE que todavía hay que vencer algunas reticencias de VOX, que ya se mostró en contra de crear esta comisión cuando se votó en el Pleno del Congreso.

Las recomendaciones mantienen el espíritu y casi la misma letra de 2019, aunque algunas se han adaptado a la actual situación que ha provocado la pandemia, y otras han cambiado para, por ejemplo, poder elegir los 25 mejores años cotizados para hacer el cálculo de la pensión, con el fin de que el trabajador pueda salvar periodos laborales con salarios más bajos o momentos profesionales peores.

La recomendación cero garantizará el compromiso de mantener, mejorar y adaptar el sistema público de Seguridad Social y de pensiones, basado en la solidaridad intergeneracional.

En esta recomendación se asegura que debe haber prestaciones suficientes, equidad en el reparto de las cargas y responsabilidad en la gestión del sistema, al tiempo que se valora que su financiación pueda ampliarse con recursos procedentes de la imposición general.

Todos los partidos están de acuerdo en avanzar en la separación de fuentes de financiación para que el Estado asuma los gastos impropios del sistema, como bonificaciones y prestaciones de ayudas a la familia, por hijo a cargo o dependientes, o como maternidad o paternidad.

El Pacto de Toledo también se propone limitar las jubilaciones anticipadas para acercar la edad real a la edad legal, como ha instado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que ve conveniente incentivar el retraso voluntario de la jubilación y reforzar las fórmulas para compatibilizar la pensión con el trabajo.

Por otra parte, las recomendaciones mantienen que hay que revisar los efectos de la reforma de 2011 que supuso ampliar la edad legal de jubilación de forma progresiva de los 65 años hasta los 67 en 2027.

La reforma de 2011 es un punto de desencuentro con Unidas Podemos que siempre ha defendido volver a la jubilación a los 65 años, por lo que la formación morada podría presentar en este ámbito algún voto particular.

No obstante Unidas Podemos, en tono constructivo, ha destacado que lo importante es que todas las recomendaciones recojan la idea de que el sistema es sostenible para dar garantía, certidumbre y seguridad a los pensionistas.

Las recomendaciones también preservarán el Fondo de Reserva, las condiciones de las jubilaciones actuales de los empleados públicos a los 60 años y señalarán la conveniencia de que el régimen de autónomos se vaya acercando al régimen general para que los trabajadores por cuenta propia coticen por sus ingresos reales y tengan una pensión mayor y mejores coberturas.

Revisar el sistema para que las lagunas de cotización no perjudiquen el cálculo de la pensión y avanzar en mejoras de las prestaciones a mujeres y jóvenes, son otras de las propuestas que también incluyen fomentar los planes de empresa de pensiones vinculados a organismos sin ánimo de lucro sin descartar incentivos fiscales.

También, asegurar rentas mínimas suficientes para aquellas situaciones en las que la pensión, sea o no contributiva, no pueda garantizar un nivel de subsistencia digno o establecer un indicador de qué es una pensión suficiente.

El Pacto de Toledo también quiere resolver la situación de los préstamos concedidos por el Estado a la Seguridad Social y revisar de forma periódica el cumplimiento de sus propuestas.

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