Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el Pequeño Nicolás, ha subido las escaleras de la Audiencia Provincial de Madrid en siete ocasiones durante las últimas dos semanas de este mes de mayo, en el que se están celebrando dos de los cuatro juicios en los que está procesado por estafas, falsificaciones y suplantaciones que protagonizó entre 2012 y 2014.
Entre las cuatro causas, se enfrenta a la petición de la Fiscalía de 27 años y tres meses de cárcel por delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad en documentos oficiales, cohecho pasivo, estafa, pertenencia a grupo criminal y revelación y violación de secretos.
Una de estas causas, en la que se le acusa de falsificar un DNI para que un amigo hiciera el examen de selectividad en su nombre, quedó vista para sentencia el pasado jueves después de que no hiciera uso de su derecho a la última palabra. A la otra, en la que se juzga su viaje a Ribadeo (Lugo), le resta la jornada de este lunes, en la que Gómez Iglesias decidirá de nuevo si se sienta frente al juez para defenderse tras el informe de su letrado.
En la causa por la selectividad de 2012, está acusado de un delito de falsedad en documento oficial por el que el fiscal ha mantenido su petición de cuatro años y medio de cárcel y una multa de 36.000 euros.
En su declaración, aseguró que se presentó a la prueba “los tres días” y que nunca había visto el DNI falsificado con sus datos personales y la fotografía del otro joven, hijo del embajador español en Egipto, sobre el que dijo que podía estar en su agenda telefónica de “entre tres mil y cuatro mil contactos”.
Distinta fue la versión del jefe de estudios y de uno de sus compañeros de clase en el instituto Ortega y Gasset, que relataron ante el tribunal que Gómez Iglesias les reveló su plan antes de la prueba. El docente no lo creyó y su compañero declaró que le presentó a su amigo y dijo que le había pagado.
VIAJE A RIBADEO
Este lunes quedará visto para sentencia el segundo juicio al que se ha enfrentado en este mes de mayo. Está procesado por hacerse pasar por un enlace entre Casa Real y Vicepresidencia del Gobierno -entonces en poder de Soraya Sáenz de Santamaría- en un viaje que organizó a Ribadeo (Lugo) en agosto de 2014 con la colaboración de policías municipales para reunirse con el presidente de Alsa, Jorge Cosmen.
Le acusan de usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y cohecho pasivo, delitos por los que la Fiscalía solicita siete años de prisión y una multa de 81.000 euros.
Gómez Iglesias alegó que solo quería “tirarse el pisto” y “sentirse poderoso”, pero nunca hacerse pasar por una autoridad.
Los psiquiatras de los juzgados de Madrid detallaron que sufre desde su adolescencia un trastorno de la personalidad “con rasgos narcisistas” que es compatible con la persecución de poder que regía su comportamiento en aquella época.
El testimonio de Jorge Cosmen fue clave para el tribunal. El empresario aseveró que se le presentó con dicho cargo de enlace y narró cómo Gómez Iglesias recibió una llamada durante la comida en el restaurante del Club Náutico de Ribadeo a la que respondió: “¿Vicepresidenta?”
DOS CAUSAS PENDIENTES
A la espera de la sentencia de estas causas, el Pequeño Nicolás tendrá que preparar su defensa de cara a otros dos juicios en los que se volverá a sentar en el banquillo, pero que aún no están señalados.
El primer caso pendiente que le situará ante el tribunal es la supuesta estafa a la que sometió a un empresario de Toledo haciéndose pasar por un asesor del Gobierno, por la que la Fiscalía solicita para él seis años de prisión por delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y estafa.
Según el escrito del Ministerio Público, Gómez Iglesias ofreció a este empresario facilitarle la venta de un inmueble a cambio de 300.000 euros y le hizo creer que sus cuentas y las de su familia iban a ser embargadas.
En el segundo juicio pendiente se enfrentará a la mayor petición de la Fiscalía para él hasta la fecha: nueve años y nueve meses de cárcel. Le acusan de obtener datos de policías y del excoordinador de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid Emilio García Grande a cambio de favores, todo con la intención de hacerse pasar por un alto cargo del Estado para ofrecer ayuda a terceros a cambio de dinero.
El joven, que fue detenido en octubre de 2014, cuando tenía 20 años, ya fue absuelto en la causa en la que estaba imputado por injurias y calumnias al Centro Nacional de Inteligencia.
España
Dos semanas en el banquillo: el Pequeño Nicolás salda cuentas con la justicia
Entre las cuatro causas, se enfrenta a la petición de la Fiscalía de 27 años y tres meses de cárcel por diversos delitos
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